BLOG DE CRÍTICA Y ANÁLISIS

miércoles, 19 de agosto de 2009

Dorota Kedzierzawska - Pora Umierac (2007)

Foto más fotos más gancho
Digamos que una viejita de unos noventa años vive en una extraordinaria casona acompañada por la excelente perfomance de Philadelphia -una perra increíble (sí, un can)- y que tal propiedad es deseada por un vecino de enfrente de autos lujosos, mujeres caras y secuaces al tono. Todo en medio de un bosque y donde la propiedad de la abuela está enfrentada además por una escuela de música para niños.
Sí, también el único hijo de esta señora se venderá al vecino de enfrente para venderle la propiedad bajo engaños.
Y mientras esta trama pequeña, cristalina, apenas hilvana lo que de verdad importa en los que nos relata: el final y una decisión por demás de previsible.
Entre los Flash Back de la anciana que rememora sus días felices como bailarina y elastizado cuerpo, sus recuerdos de su hijo niño y un futuro que es presente siniestro, y la obesidad y estupidez mayúscula de su torpe nieta, una serie repetitiva de imágenes ralentizadas que comienzan exactamente dónde comienza la música edulcorada (el leiv-motiv del piano recuerda las peores musicalizaciones del cine argentino), decía o aclaro que es el típico film que motiva al engaño.
Su pretenciosidad fotográfica en blanco y negro está acorde con esa opinión del mundo que termina en un tiempo pasado y que solo se sostiene en la pareja de profesores de música.
El upper cut recurrente al menos se silencia en los planos finales que explican mejor el film con un travelling que se eleva al cielo. Quizá el film estuvo allí todo el tiempo para llegar a ese movimiento de cámara. La prodigiosidad de la perra y un verdadero esfuerzo actoral de Danuta Szaflarska sostienen por momentos el resto del metraje. Puntaje: 5

Dashiell Hammett - Cuando uno está de suerte

"Cuando uno está de suerte"
Dashiell Hammett
Editorial Debate
Madrid, 1990
El Griffith del género negro
Dashiell Hammett publicó apenas un puñado de novelas y eso le alcanzó para trazar las bases de todas las vertientes del género negro y fue, además, partícipe fundamental del nacimiento del mismo allá por la década del `20 del siglo pasado.
Pero sumadas a estas novelas, este escritor publicó en diferentes medios -generalmente revistas afines al género negro como la famosa y pionera revista Black Mask-, poco más de cincuenta relatos cortos, destacándose como personaje central de estos cuentos el Continental Op; sí, un personaje sin nombre pero que está nominado a partir de su operar en la empresa de investigaciones para la cual trabaja. Aunque sí tienen nombre y apellido sus compañeros de trabajo que suelen aparecer reiteradamente acompañando el accionar de este héroe por demás de particular. Estos compañeros como Bob Teal, como Dick Foley, etc; le ayudarán para seguir a personajes dudosos con la soberbia habilidad de Hammett de que el primero de ellos será asesinado en un relato que el Continental Op resolverá avasallando todo lo que se cruce en el camino.
Y si bien sus novelas "Dinero sangriento", "Cosecha roja", "La maldición de los Dain", "El halcón maltés", "La llave de cristal" y "El hombre delgado" trazaron todas las variantes del roman noir, en estos increíbles cuentos pueden encontrarse de los mejores relatos del género. Uno solo de ellos dará lugar a una novela larga por cualquiera de los que le continuaron.
La editorial Debate de España publicó en siete volúmenes la totalidad de los 55 cuentos escritos por el más grande de todos. Aquel que trazó el camino para que todo el resto supiera cómo escribir un cuento negro.
Si Sherlock Holmes operaba desde un cerebro y una inteligencia privilegiada para que todo confluyera a la lógica suprema, para el caso del Continental Op todos los trazados serán físicos, desde sus desplazamientos por distintas ciudades hasta un tour de force que le llevará pechando a sospechosos y criminales.
En este Cuando uno está de suerte ocho de sus cuentos demuestran cómo y de que forma Dashiell Hammett fue el más grande de todos, y en su prolongada soledad y abstinencia de escritura mas no de alcohol, el eterno maestro. Puntaje: 10

lunes, 17 de agosto de 2009

Martin Scorsese - Goodfellas (1990)

Los buenos tiempos de Scorsese
O cuando el cine de Scorsese comienza a virar en una hiperkinética puesta en escena sin perder de vista el porqué cada cosa está en su lugar. Nada más claro que en este film la cuestión de lo caótico de la vida "ordenado" en la puesta. Sí, pero sin perderse del eje que constituyó todo su cine hasta ese momento.
Película de género, filme de gángsters. La historia es relatada en primera persona por el personaje de Henry, educado por los dos bordes en que se constituyen sus amigos: Jimmy y Tommy; el primero un Robert De Niro apegado a la regla, el segundo un Joe Pesci desaforado e ilimitado. Desde la línea "recta" de Jimmy hasta la línea que se pierde en espiral infinito de Tommy. Y desde el consumo histriónico de cocaína, Henry mediará en la puesta representativa desde una mirada que poco a poco se tornará más y más paranoica.
La película tiene un tempo que se asemeja y demasiado al son del consumo del personaje que se perderá en la droga y en la que arrastrará poco a poco a todos los que le rodean. Pero no por la guía de alguno de sus dos amigos en particular, sino justamente porque esa guía se hará bifronte, obligando a Henry a escapar de su lugar de origen, y hacia ninguna parte.
Henry entonces pierde toda identidad, se pasa al otro lado y deja de ser parte de esa familia de amplios horizontes.
Es también cuestión central que los tiempos le jugarán en contra. La década del `70 en donde está ambientada la historia, es un momento álgido y de terminalidades violentas en cuanto a ese resolver continuo de situaciones. Y Henry queda no solo en medio de las decisiones de sus amigos, queda también en medio de la historia. Y al perderse de su origen sanguíneo, claramente manifestado en esa infección que lo irá contaminando, lo histórico lo irá poseyendo.
Del mito a la historia Henry aprenderá de traición y delación. Los valores que allí lo llevaron, los que lo convirtieron en "algo", los intercalará por lo más macabro: el pasar a ser nadie; y dentro del programa de protección de testigos Henry salvará su cuerpo más no su alma.
En Scorsese siempre estará presente lo católico en todas sus manifestaciones. Todo su cine hasta esa fecha es deudora de esa constitución. No entenderlo de ese modo es vaciarlo de contenido. Y justamente a Martin Scorsese, para quien -y como debe ser-, forma y contenido son indisolubles, o mejor, son exactamente lo mismo. Puntaje: 10

"Two and A Half Men" (Temporada 6)

"Two and A Half Men" - Sexta temporada (2008-9)
Más Charlie, Alan y Herb, menos de Rose
En esta temporada, como habíamos comentado al final de la temporada anterior, determinadas cuestiones respecto al accionar de los personajes y de las resoluciones argumentales debían ahondarse. Y así ocurrió.
Si en la temporada anterior Charlie dio un paso atrás en el momento de dar el sí y Alan se cuestiona la paternidad en el embarazo de Judith, esta temporada se encargará de resolver y profundizar estas centrales líneas directrices.
Algunos personajes, como el de Rose, irán quedando paulatinamente de lado, a la par de que el personaje del doctor Herb Melnick irá sumando presencia. Y esto agregará un despliegue distinto en la serie. El cariz que adquiere con la presencia de Ryan Stiles, enmascara el sit-com con una presencia de humor mucho más físico que, digamos, el tinte casi surrealista en el carácter neurótico de Rose.
Y así como la serie mantiene un nivel de altísima calidad deudora del resto de las temporadas, el final de la misma abre interrogantes que no aparecían en temporadas anteriores, garantizando de esta forma al menos la consecusión de una temporada más.
No sería de extrañar la presencia de nuevos personajes -de hecho, la relación de Charlie con Chelsea agregó a esta última como un personaje central en la segunda mitad de la temporada-, y posiblemente el ya no niño Jake es probable que ocupe centralmente algunos capítulos.
Como siempre, Charlie se sentirá más cómodo en un sillón y la televisión que con su mujer, excepto para ir a la cama, claro. Un sit-com que poco a poco renueva personajes y situaciones, permaneciendo presentes siempre sus mejores logros. Puntaje: 9

domingo, 9 de agosto de 2009

Olivier Marchal - MR 73 (2008)

La pérdida del reino
Louis Schneider es un policía que ha perdido la brújula; corrige un colectivo urbano de su recorrido para ir a ninguna parte: Louis ha caído en el abismo. No es el alcohol lo que lo ha llevado allí sino la idea del abandono de Dios. El tour inicial en el bus con gente metaforiza su pérdida del reino, bien visible en numerosos flash back. Y en esa caída y vuelta a la Tierra Louis arrastra aquello en lo que se ha convertido: sus lentes rojizos tornan en una perfecta mirada desganada y diabólica (y no como entendió el despistado Javier Ocaña en su nota de El País que lo interpretó como preciosismo sin sentido).
La búsqueda de un asesino serial junto a su amigo y compañero ha fracasado; y su problema con el alcohol lo margina de la investigación.
Por otra parte, un hombre está a punto de lograr la libertad luego de casi 25 años en la cárcel: es Subra, un supuesto redimido y asesino de un matrimonio, entre tantos delitos. Pero una de las hijas no olvida y se lo recordará en una carta: le otorga identidad a lo que dejó en su nefasto camino. Y justamente el hombre que lo atrapó fue Louis. Y él sabe que Subra no es ya un hombre sino un monstruo.
Louis también lo ha perdido todo: su hija en un accidente de auto y un catatónico estado de su mujer en el mismo suceso. ¿Por qué sigue viviendo Louis? No seguir viviendo es su respuesta. Y no deja de mirar hacia lo más oscuro del abismo.
Y en ese mirar arrastrará a todos y a todo: hasta saber cristalino su destino. Y allí va Louis. Con la MR 73, decidida herencia de su amigo, en busca de algo parecido no a la redención, sino en despedirse con precisión de lo más desahuciado del mundo. Louis ya no puede más.
Si Olivier Marchal había sorprendido con su anterior "El muelle", este film rescata lo mejor del polar, ese término que designa al policial francés de la mejor cepa. Golpea en el alma como el mejor Jean-Patrick Manchette, esos golpes que se dan no por no creer en nada sino por creer demasiado en todo, revestido de un falso nihilismo.
Y aunque esa sordidez lo va envolviendo todo, también aparece esa luz resplandeciente hacia el final, esa que enciende Louis con el acero de su arma. Y en estos tiempos en que todo orilla lo genuinamente ordinario, Marchal sobresale con tosca elegancia. Puntaje: 9

Michael Mann - Manhunter (1986)

El mejor Dragón Rojo
Basada en la novela de Thomas Harris: "Dragón rojo", y antecesora de la notable "El silencio de los inocentes" de Demme y muy superior de la posteriormente filmada "Dragón rojo", de Brett Ratner, este film de Mann se obtura entre los silencios y planos de fuerte significación a los lastres del exitismo visual de su serie televisiva "Miami Vice".
Mann desarticula la vuelta de tuerca final y logra una película mucho más efectiva y desacartonada que la versión de Ratner.
Las marcas del tiempo aparecen en los excesivos momentos donde Mann se regodea con imágenes "fotográficas" al son del percusionismo musical de los `80. Pero también en la brillante caracterización de William Petersen como Will Graham, el hombre que logra pensar como el asesino serial al que perseguirá. La pátina de introspección en Petersen es tan oscura como la del propio Lecter y ese es el tono más logrado de la película.
Un asesino serial de luna llena entra en determinadas moradas donde elimina en una inexplicable puesta en escena a todos los miembros de la familia. El modus operandi no puede ser descifrado por el FBI y para ello recurren a Will Graham, el hombre que ha atrapado al famoso Hannibal Lecter. Pero Will está retirado pues tal arresto lo ha dejado con marcas físicas y mentales que aún permanecen.
Will se hará cargo, y para ello se internará en las profundidades de su mente, aún sabiendo que eso lo desarticulará de su status quo de tranquilidad de playa.
Un Michael Mann que muestra muchísimo de lo bueno que nos traeran sus films posteriores. Puntaje: 8