BLOG DE CRÍTICA Y ANÁLISIS

miércoles, 11 de enero de 2012

Julia Expósito - If You See, something Say Something (2011)

Lo que queda entre dos
"Los viajes son los viajeros.
Lo que vemos no es lo que vemos,
sino lo que somos."
Fernando Pessoa

¿Cómo nace un film? O… ¿Por qué hacer un film? Estas dos respuestas pueden responderse luego de ver el work in progress del film de Julia Expósito. Film de choque, impacta siempre por una dualidad no resuelta. Es también esa tensión que emerge de dos extremos en la mirada.

Siguiendo a David Bordwell, la primera imagen del film ejemplifica y potencia a su vez el sentido de la película. Un avión en fundido encadenado con la metrópoli del imperio. Hacia allí navegan las imágenes, con pre-juicios que se desarman ante la connotación de las mismas. Luego del 9/11 nada es igual, lo sabemos. Y al comienzo de la película de Expósito, una publicidad que memora al título del film, denuncia posible donde todo el país del Norte queda circundado en un estado de alerta y paranoia; luego aparece el documental por la contundencia de las imágenes, como un niño pequeño que a un adulto le resulta intrascendente, pero que mira siempre desde “afuera”, y transmite esa sorpresa. Si Hollywood construyó un imaginario desde los mismos estudios, las imágenes que vemos son “lo otro”, pero que no resultan empequeñecidas, más bien todo lo contrario.

La cámara, como un ojo avizorado y alerta, se sorprende por la cotidianeidad de tal monumentalidad, digresiones de marginales y emigrados de todas partes, que pugnan por centralizar la mirada. Responderse por los EEUU no es tarea fácil, y sin darse cuenta, Expósito lo revela a través de un camino de conflictos. También como ensayo, tenemos a dos personajes que se interrogan con palabras que nos revelan un sentido e imploran por una respuesta, inútil, de significación plena. Los interiores, subexpuestos en una iluminación teñida en rojo como la sangre –interioridad del cuerpo del film-, nos dicen mucho menos que esos fragmentos del imperio que aparecen a lo largo de la película. Se nota claramente que la selección son vestigios de horas y horas de material. Escenas que revelan un plus más, que son necesarias y que significan la película toda, que pueden expandir o contraer a decisión de la edición definitiva.

Pero más que nada, este film es una road movie de quien llega y recorre una idea sobre los EEUU, y no deja de mirar esa idea y se deja bañar por otra. Allí aparece la tensión, y también cierta incomodidad entre la proposición y lo que resulta. Un viaje por ciudades de USA, con sus colores de heterogeneidad, y a la vez con un desencanto ante el prejuicio. Ese desencanto que hace al film tan verdadero en su borrador. Road movie sin desplazamiento, road movie de un viaje que no existe como recorrido físico sino mental, viaje que se desplaza por ideas que se intentan comprender… Otras respuestas aparecen en su visionado. Y eso es EEUU hoy. Expósito cierra un documental que replantea el origen de las preguntas y esa es su mejor respuesta: la fuerza de imágenes desbordadas de honestidad. Lo que vemos de EEUU, es la propia subjetividad de Expósito. Un viaje que vale la pena.