BLOG DE CRÍTICA Y ANÁLISIS

domingo, 9 de mayo de 2010

John Polson - Tenderness (2008)

El destino como epitafio
Tres son las historias que atraviesan el relato: un joven acusado de asesinar a sus padres, un policía con su mujer en estado vegetativo y una adolescente abusada que huye de su casa. Película en la que intervienen dos grandes como Rusell Crowe y Laura Dern, y hago la aclaración porque la película tiene todo el aspecto de film indie.
Todos los personajes son signados por el destino, pero no ese tan propio de Lang donde los personajes intentan de una manera y otra alejarse de este, sino que desde los primeros planos todos y cada uno de ellos se resigna a soportar el papel que se les ha asignado -a su vida, claro-.
Hay una narración clásica y esta también esta otra: la de este film, que nos sumerge en escenas como auscultadas de antemano, donde los planos no revelan excepto un poco más de lo conocido pero sin progresión. No responder a espectativas, y hacernos rememorar lo ya visto y conocido de los personajes, como dejando a cargo del espectador el encontrar un símil de la realidad conocida.
Aparenta ser una película oscura, aparenta poner personajes de construcción grisácea, aparenta ser un film "profundo". Y lo único que subyace es un regodeo en ver que todo sucederá tal cual se preveía y en las antípodas del happy end, que como nos decía Bordwell no deja de ser otro paradigma (tan razonablemente cierto, es necesario remarcar).
Lo único interesante del film son esas primeras y últimas palabras, las que lo abren y lo cierran: "Hay dos tipos de personas: las que buscan la felicidad y los que escapan del dolor". Se puede mirar la película para ver cómo sigue esta frase, excepto que el film solo nos recuerda una de esas partes. Lo que es un poco su respuesta. Puntaje: 3

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