BLOG DE CRÍTICA Y ANÁLISIS

martes, 30 de junio de 2009

Kurt Wimmer - Equilibrium (2002)

Una vuelta en el parque
Estamos en el futuro. Un escuadrón de policías en una simbiosis entre nazis con sobretodos de personajes de Matrix, irrumpen en una locación y al mejor estilo del film nombrado arrasan con los que están adentro, quemando el original de La Gioconda de Leonardo Da Vinci como corolario.
Es que es un tiempo donde están prohibidas las artes y cualquier manifestación de lo sensible. Las emociones están desterradas a partir del consumo obligado, por parte del gobierno, de una droga que vuelve a los humanos insensibles.
El objetivo es erradicar las guerras, tomando como principio que éstas se desarrollan a partir del descontrol emocional de los hombres.
El más brillante de entre todos los policías, John Preston, ya ha entregado a su esposa para ser exterminada y luego de operar con su mejor amigo algo sucede. Y deja de tomar la droga y comienza a sentir.
La trama se torna por momentos interesante pero nunca deja de mostrar una abulia creativa en tanto la cuestión sea la de desplegarse en el maniqueísmo y en la mostración de sujetos dibujados con un solo tono.
Si la endeblez de la historia no alcanzara, la falta de grises se encarga del resto. Aún así, los momentos de acción están bien resueltos y la vuelta de tuerca final no es poca cosa. Una película que sube y baja a partir de rebotar en el suelo de lo ordinario, pero que por momentos llega a desplegar poesía en su forma como la ejecución de Brandt. Puntaje: 6

Jean Becker - Deux jours a tuer (2008)

Derecha por izquierda
Un hombre de 42 años decide decir basta. Arruina la relación con un cliente de la agencia publicitaria donde es dueño y acto seguido decide venderle su parte al socio. En su casa decide terminar la relación con su mujer y despedirse de sus amigos en el día de su cumpleaños peleándose con todos. Critica si más la patética vida de clase media en la que se ve inmerso tanto él como sus amigos y desenmascara a diestra y siniestra a cada uno, inclusive con la mujer de uno de sus amigos de quien publicita que se le tiró al ir a buscar más champagne al sótano.
La película sorprende con un personaje que parece encarnar y a la vez descarnarse de todas y cada una de las huellas que la vida social burguesa los ha apresado. El asunto es que seguidamente viene una de las cuestiones más importantes del cine: ¿cómo sigue?...
Y lo que parece una diatriba de lugares comunes termina siendo una redención de su persona, y, para peor, de la vida "equilibrada" que llevaba.
Si la moraleja era que todo fue un bluff y mientras todo está bien esa es la vida pretendida...
Una película que pierde la brújula justo cuando más se la necesitaba, una escondida y a todas luces reveladora pretención de inquisición social edulcorada de flagelación individual y reconsideración burguesa. Puntaje: 5

domingo, 28 de junio de 2009

Chester Himes - El Jeque de Harlem

"El Jeque de Harlem"
Chester Himes
Barral Editores
Barcelona, 1975
Chester Himes: el más negro de los novelistas negros
Chester Himes fue el creador de esa dupla increíble:
"Sepulturero" Jones y "Ataúd" Johnson. Dos policías que investigan en el barrio de Harlem, un barrio donde todo es posible, donde al levantar la cabeza uno puede ver cruzar por una avenida a un motociclista sin cabeza, o, como en este caso, un comienzo donde un negro ataca a un fornido blanco que se atrevió a caer en un bar 100% negro y desatarse una pelea que termina con el primero sin un brazo amputado por el hacha del barman. En Harlem todo es posible.
Su primer novela con estos personajes es: "Por amor a Imabelle", editada por Orbis y dos editoriales más en las que la pésima traducción española a cargo de Josep Elías Cornet con su jeringoza gallega termina por arruinarla por completo; luego le sigue esta: "El jeque de Harlem", única traducción al español y prácticamente inconseguible ya; la tercera: "El gran sueño de oro", donde ya las historias son de un tono por momentos surrealistas hasta ordenarse en una lógica atroz y desesperanzada; la cuarta: "A Jealous Man Can`t Win", de la que desconozco si existió traducción alguna a nuestro idioma; la quinta: "Todos muertos", editada por Orbis, Bruguera y otras; la sexta: "Empieza el calor", con ediciones de Orbis y de Grijalbo Mondadori, entre otras; la séptima: "Algodón en Harlem", con ediciones de Orbis, Grijalbo Mondadori y Bruguera entre otras; y la octava y última: "Un ciego con una pistola", a cargo de Bruguera.
Los títulos originales son diferentes y fueron cambiando según sean los Estados Unidos o Francia los primeros editores para su distribución internacional, de allí que no utilizo tales idiomas excepto en la cuarta, sin edición española hasta donde es posible saber.
El asesinato de un blanco de un balazo en la cabeza en medio de la calle y el disparo a quemarropa de "Ataúd" Johnson sobre un joven negro vestido con túnicas árabes da comienzo a una investigación que bordea la inmersión en los prostíbulos donde se captan adolescentes que a cambio de dinero son utilizadas para sesiones sádicas por un importante gerente de ventas.
Tanto el poder político como el policial resguardan estas actividades y "Sepulturero" irá hasta el final del caso más no para darles la verdad del mismo (se la queda para solamente él), sino para ordenar apenas alguna pieza de un mundo que está engulléndose a sí mismo en el barrio que tan bien conoce.
Leer a Chester Himes pone a las claras la diferencia abisal entre éste y tantos periodistas devenidos a escritores del género y sobrevalorados in extremis en estos tiempos.
Un negro que escribió desde su condición de tal, y radiografió como nadie ese Harlem que en la década de los `50 era el recipiente de deshechos de la metrópoli más importante del mundo. Puntaje: 10

sábado, 27 de junio de 2009

Claude Chabrol - Bellamy (2008)

Caída libre
Una serie de travellings sobre un cementerio, luego otro hacia el abismo que encuentra un automóvil quemado, un cuerpo incinerado todavía con el cinturón de seguridad, y su cabeza desplazada en el suelo. Fin de la presentación y fin también de lo mejor de la película.
Un policía de vacaciones con su mujer, articula una doble huída de ella y del deseo de su esposa de viajar en un crucero, a partir de un caso que le cae como del cielo, y de su hermano, una inversión perfecta de su carácter bonachón.
Claude Chabrol establece rápidamente otra vez sus temas recurrentes y que deben articularse para entender como el caso del merodeador en su casa se enlaza con la llegada de su hermano.
El film opera desde el muestreo de situaciones anodinas y falsamente no importantes para construir poco a poco un descenso a ese abismo que el filme promete en su introducción. El problema es que la profundidad de ese abismo es tan leve que más parece un pequeño salto de desnivel.
Chabrol equivoca el tono, y lo más grave, olvida que el género, en el cual y desde el cual edifica la trama, tiene leyes que sí son flexibles, pero no son infinitas. El tedio de someter al espectador en la escena de la cena con el odontólogo de su mujer para poder obtener Bellamy algún dato respecto a un caso, es de un tono tan grosero que no parece del mismo director.
Y si de rescatar algo más se trata, el recorrido del hermano hacia el final sobre su automóvil por rutas secundarias y prontamente llena de malezas es de una belleza sublime tan abiertamente contradictoria con toda la puesta anterior de la película. Todo en el film es un doble, de forma, de contenidos y de apariciones. Pero las partes olvidables superan largamente lo poco rescatable de ésta última película del gran Chabrol. Puntaje: 5

lunes, 15 de junio de 2009

Rubem Fonseca - Ella y otras mujeres

"Ella y otras mujeres"
Rubem Fonseca
Editorial Norma
Bogotá, 2008
Lo último del maestro
El título del libro refiere a que uno de los cuentos se llama Ella, llevando el resto el nombre de las mujeres protagonistas. Veintisiete cuentos en total, desde Alice a Zezé, pues además están ordenados alfabeticamente. Y si bien sus personajes son mujeres, lo son en función de aquellos que los acechan sexualmente: hombres u otras mujeres.
Y justamente en el cuento titulado: Ella, aparece una especie de clave para leer el resto de los cuentos; desde la frase final de éste: "En la cama no se habla de filosofía".
Y desde allí leer encandilado el resto, como una especie de insatisfacción constante donde más tarde o temprano la desaveniencia sexual se determina por diferentes angulaciones en ver la vida entre Ella, justamente, y el resto de la gente.
O entre una mujer y el resto: hombres o mujeres. Si Fonseca se guía por este principio, es claro que justamente en el desenvolvimiento sexual no hay margen para el error: lo bueno dura poco, porque más tarde o más temprano entra la vida a la cama, el resto de la vida.
Buscando esa escisión, Fonseca despliega una encadenada series de mundos distintos y que se parecen apenas oblicuamente: todos se repliegan en el dormitorio o casi.
Si la larga lista de cuentos permiten pensar en cierta irregularidad, la lectura de los mismos nos indicarán lo contrario.
Desde esa síntesis que lleva a que cada relato no pase de las cinco hojas, Rubem Fonseca despliega un universo a todas luces fascinante. Puntaje: 10

Mimi Leder - The Code (2009)

En la mira del halcón maltés
En The Code se utilizan los mismos procedimientos mametianos que en muchos films contemporáneos, pero esta vez hay un acertado uso de las máscaras que se colocan los personajes.
Se ha criticado a esta película como una más de una suerte de films anodinos y repetidos, y sin embargo la película encierra algunas claves que vale la pena destacar.
En primer lugar que los personajes principales son todos extranjeros o correspondientes a las minorías en los Estados Unidos; en segundo lugar que el film nunca niega un principio de levedad que la torna legítima en cuanto a sus propósitos; en tercer lugar que encarrila una mirada sobre los films sobre robos y la cita a sus directores clásicos como Jules Dassin; los usos de Flash-Back en varias escenas son lo menos, acertados y por último, y quizá lo que la convierte en un film al menos recomendable, su cita explícita a The Maltese Falcon, de John Huston: la materialidad de los objetos robados los torna similar a los del mítico film: los objetos son de la misma materialidad que la de los sueños.
Esa excusa y finalmente propósito, esconde el secreto de The Code: todo lo que mira Gabriel Martín es de una falsedad absoluta, exactamente como no entender el propósito del robo. Lamentablemente se nota la mano insufrible detrás de cámara que genera ciertas torpezas narrativas. Aún así el resto se encarga de salvar la idea que la sustenta.
Puntaje: 7

jueves, 11 de junio de 2009

Rubem Fonseca - Pequeñas criaturas

"Pequeñas criaturas"
Rubem Fonseca
Editorial Norma
Bogotá, 2006
El ángel de la escritura
Treinta cuentos. Treinta formidables e increíbles cuentos. De eso se trata este libro de Fonseca que no da respiro y que obliga a recorrerlo casi sin interrupciones. La prosa de Rubem Fonseca es acelerada y ajustada al relato de una forma inigualable. No es minimalista, es exacto. Nada sobra en sus cuentos, y si algo sobra es esa capacidad de recorrer el espíritu de esas pequeñas criaturas con que titula al libro, cada uno de nosotros que más tarde o más temprano nos parecemos a ellos. Fonseca no se ahorra relatarnos muchos de los cuentos en primera persona, y allí es posible observar su capacidad de entender a todos sus personajes. Como un ángel bendito, Rubem Fonseca es pura piedad en su pluma: nos hace ver que parecidos que fuimos con todos sus personajes.
Y nada mejor que un ejemplo con uno de sus cuentos. Son treinta, y revelaré solo uno de ellos, y no el mejor, precisamente: "Libreta de nombres".
Digamos que este hombre separado comienza a escribir en una libreta los nombre de las mujeres con las que se acuesta agregando características de ellas. La última, que le costó muchísimo llevarla al departamento encontró la libreta roja sobre el escritorio con el título "Las mujeres que amé". Andressa se enoja, se siente humillada y quiere irse, él finalmente acepta que lea la libreta, en medio del llanto ella accede y lee que son solo cinco mujeres...Con vos son seis, le agrega él. "Marta: le gustan los gatos y contemplar las puestas de sol. Silvia: le interesa la ecología..." Ella observa que el hombre es apenas un romántico y accede así a su dormitorio. Cuando ella se va, él toma la verdadera libreta de nombres, no la roja sobre el escritorio sino la gris escondida en una cajón, y allí escribe:... No revelaré ni el sentido de tales anotaciones que conocemos al principio del cuento, ni lo que escribe al final. Lean este libro. Es excelente. Es el gran Fonseca. Puntaje: 10

Courtney Hunt - Frozen River (2008)

Tanto frío que quema
Ray Eddy vive en una pequeña ciudad de los Estados Unidos en el límite con canadá. Está a punto de comprar una casa prefabricada pero al momento que llega el camión con la carga ella no dispone de la cuota del pago: su marido, jugador y apostador, se ha ido con todo el dinero ahorrado. Y Ray comienza un peregrinar desesperado en busca de su marido, y en su camino solo hay hielo y nieve... Y una india mohawk que cambiará su vida: Lila.
Ésta la inicia en el transporte en el baúl de inmigrantes ilegales. El pago es mucho y Ray necesita el dinero para su soñada casa.
Filmada en video digital, esta película indie ahonda en aspectos de fuertes caracterizaciones. Su mirada femenina es la clave: los hombres del film son, de una forma u otra, quienes ordenan un mundo desequilibrado. A fuerza de voluntad, y tomando decisiones liminares, ambas mujeres seguirán hasta el final para cumplir sus anhelos.
La cámara se desplaza con una sequedad y seguridad muy impropia para quien dirige su ópera prima. La nieve y el frío encierra a los personajes más no sus acciones. Jugarán al límite de sus posibilidades. Los hijos de Ray, ambos varones, también destacarán en ese género devaluado.
Película que desprende una honestidad en su despliegue que nos sumerge en su historia con rigor y una fuerza inusitada. El tono documentalista de las escenas importantes le otorga un verismo conmovedor. Una pequeña película que se expande a todos los sentidos. Puntaje: 9

miércoles, 10 de junio de 2009

Rubem Fonseca - Historias de amor

"Historias de amor"
Rubem Fonseca
Editorial Norma
Bogotá, 2001
¿Quién va a apretar el gatillo? (Carpe
Diem
)
Un amor imposible, una venganza cruel, un pedido insatisfecho, un perdido enamorado, una resurrección del amor, una investigación policial que no le importa a ningún lector y una pareja que se ama en espiral.
Digamos que esos podrían ser sucintamente los temas a los que refieren los siete cuentos que integran este libro. El asunto en particular es que detrás está Fonseca, y si detrás está Fonseca, más valdría armarse hasta los dientes para ingresar en su mundo.
En este escritor es fácilmente visualizable el dueto de tópicos que sustentan su obra: el sexo y la violencia. Y si un libro de cuentos de este autor se denomina Historias de amor, vayan rápidamente pensando que el mal llamado romanticismo aquí queda bastante alejado. Todas las historias se sostienen en los dos tópicos antes mencionados: el sexo porque en él Fonseca siempre nos va a revelar mucho más que mil descripciones innecesarias, y la violencia porque es el desborde perfecto de aquello que habita los cuerpos. La violencia en Fonseca nunca es clasista, y siempre es justificada. De allí el horror que despierta su lectura.
Como si el mundo se sustentara desde esa sexualidad que en Fonseca, insisto, es directa, expuesta y también verbalizada. Y con ese objetivo muchas veces habrá que sacar un arma. El resto llega por añanidura.
Fonseca no es un escritor pornográfico, es un escritor que porta una cámara y se adentra en todos los dormitorios de sus personajes y los expone con la misma sinceridad que a la violencia. Fonseca es crudo, nunca cruel. Su honestidad expositiva es admirable y su justeza narrativa pocas veces lograda en la literatura latinoamericana.
Gracias al amigo Gustavo Milano quien me recomendó la literatura de este brasileño que ya ronda los 84 años, he descubierto una de las lecturas más encarnizadas que pueda recordar. Puntaje: 9

Nacho Vigalondo - Los cronocrímenes (2007)

El tiempo dislocado
Héctor vuelve del trabajo a su casa en un paraje apartado cerca de un bosque. Su mujer, haciendo jardinería en el parque de la casa nos muestra una armonía muy propia de la vida burguesa. Pero algo extraño comienza a suceder. Un llamado telefónico del que solo oímos una respiración sofocante. La devolución del llamado y por no cortar en un contorneo sexual con su mujer, dejan grabado en un contestador tales peripecias. La afición vouyerista de Héctor (como el Scottie de Rear Window) observando a una mujer en el bosque desvistiéndose. Luego las piernas desnudas de ella entre las ramas. Y Héctor saliendo presuroso tras su deseo. Al encontrar finalmente a la mujer en el bosque, es atacado y perseguido por un sujeto misterioso de largo sobretodo y una capucha roja como se ve en el afiche. La persecución comienza y Héctor se refugia en una casona de un científico que está rodeada de un alambrado de seguridad. Y Héctor viaja; pero su viaje será distinto.
Como en una cinta de Moebius y mezclado con "La invención de Morel" de Bioy Casares la mirada de Héctor se pliega sobre sí misma. El tejido del film enhebra diferentes géneros como el thriller, lo fantástico y el terror a lo films años 60.
Nada de lo que veamos se desajustará de una lógica cronométrica. Incluso cuando dos mundos se superpongan con finales trágicos incluídos.
Una película que mas que tal, parece un ajustado ejercicio de estilo. Nacho Vilalondo nos entrega una película redonda, pero que las múltiples aristas que se vislumbran permitirán el intento de reconstruir tras su visionado. No está mal dentro de tanta chatura, su perfil más bizarro es el que no lo deja ser un film más elevado. Puntaje: 7

martes, 9 de junio de 2009

"Lost" (Temporadas 1 - 2 - 3 - 4 - 5)

"Lost" - Primera temporada (2004-5)
"Lost" - Segunda temporada (2005-6)
"Lost" - Tercera temporada (2006-7)
"Lost" - Cuarta temporada (2008)
"Lost" - Quinta temporada (2009)
El tiempo de los héroes
Mucho se ha hablado en los últimos tiempos de cómo en las series norteamericanas se conserva lo mejor de la narrativa clásica. Y esto es verdad, sí, pero hasta un determinado punto. Porque no es estrictamente la narración clásica lo que distingue a la última generación de series norteamericanas, sino uno de sus aspectos, y quizá el más importante. Casi todas las películas que llegan desde los Estados Unidos en los últimos tiempos conservan esta narrativa, pero la más de las veces son films fallidos -y en más de un sentido, digamos-, films repetidos y clisheados a más no poder. Films que perdieron todo lazo con la tradición, en el exacto sentido del término, esto es, tradición de traer, del latín original por transmisión. Y estos films contemporáneos de lo clásico solo conservan, si se quiere, solo el procedimiento, pero vaciados de sentido.
Porque lo que sí conservan estas series contemporáneas es el operar del héroe. Operar del héroe que se establece a través de una serie de pruebas que el protagonista deberá salvar para ser, de allí su denominación, algo distinto. Es recurrente como en los distintos capítulos de Lost existe un grupo que es movilizado de un lado a otro porque no pretende distinguirse, y sin esa distinción, la posibilidad de pasar a otro estadio es directamente nula. Son los hombres de la comunidad de los otros o del resto de los pasajeros sobrevivientes.
Y aunque el héroe pocas veces llega a alcanzar un nuevo estadio, también es verdad el intento constante de lograrlo, porque en esa búsqueda del ser, se establece la sutil y profunda diferencia con el hombre común.
Pero para ser tal, el héroe no puede renunciar al encuentro con la aventura, debe ir en su busca casi por necesidad, esa necesidad de poder responder aquello que lo invita a adentrarse en situaciones y encuentros que a medida que los vivencia los va cambiando, los muta a riesgo también de perder la vida. La comodidad del hogar es la posibilidad de la cual el héroe se aleja, y en esa ida, perderá para siempre lo "común" del hombre.
En Lost esto es por demás de harto elocuente. A saber: la locación de la serie se desarrolla en una isla que resuelve desde lo fantástico inclusive y como un personaje más: recuérdese que los hombres están "perdidos", de allí el título: Lost de la serie. En ese estar perdidos se manifiesta la existencia en un lugar casi anterior a los tiempos modernos, lo que los retrotrae a un operar casi salvaje, anterior a lo civilizado (por lo demás la serie ahonda en exceso en este punto, con el trato que se dispensa hacia el "otro"), porque es ese perderse en el espacio y el tiempo no otra cosa que establecerse en un tiempo mítico. Tanto Jack, como Locke, como Kate, como Sawyer, y hasta el mismísimo Ben son héroes. Pero héroes de distinto linaje que portarán sus dones como una carga o una bendición. ¿O que otra explicación puede darse para la acción de Juliet en el capítulo final de la quinta temporada? ¿O que otra denominación haremos del Ben que como Abraham se enfrentará al Padre para reclamarle el haber sacrificado a su hija? Y así con cada uno de ellos. Y todos ellos portarán cicatrices a lo largo de sus peripecias para recordarles (y recordarnos, claro), que aquello por lo que pasaron dejan marcas, marcas que son más notorias en su alma que en sus cuerpos físicos. Y son esas mismas marcas por las que vemos el mundo como espectadores.
En ese andar de los héroes, en todos sus recorridos -que exceden el pasado o el futuro-, la acción que vemos siempre es tiempo presente, y en ellas nos sumergimos. Porque hasta un Dexter conlleva sus virtudes que lo distinguirán del resto. Y en esos dones que poseen también -y en eso son ejemplares todas las series-, los héroes cometerán excesos, excesos del que darán cuenta de una u otra forma. Si las series de décadas anteriores no se permitían tales, era porque sus protagonistas rara vez se desentendían del hombre común, y si lo hacían, era para responder al accionar que distintos estamentos oficiales lo permitían o legalizaban. En estas series no, y precisamente en Lost, todos portarán un pasado cuando no tortuoso, sí con algo para purgar.
Seguimos a sus héroes que son distintos del resto, y miramos sin agotar ese devenir en la historia que en su resolución, los vuelve míticos. Es eso lo que recuperaron las series contemporáneas. De allí lo irresistible y la necesidad del cómo sigue. En Lost esperamos con encanto la última temporada de cierre. Allí estaremos. Puntaje: 10

Ron Howard - Frost/Nixon (2008)

La apuesta
Tres años después de su renuncia, el recuerdo de Nixon es un poco más que nefasto: su ya famoso Watergate es la ignominia más grande y un delito mayúsculo que motivara la única renuncia de la presidencia en la historia de los Estados Unidos. Es en ese contexto que acepta la entrevista con David Frost, presentador inglés de televisión que destila tanto en sus programas como en la vida pública todos los caracteres posibles de la banalidad.
La entrevista se pacta previo pago de dinero (en la película se habla que Nixon recibió por la misma 600.000 dólares) y la libertad de preguntar por parte de Frost a su puro arbitrio. El ex-presidente entiende que a través de la manipulación del periodista puede regenerar una imagen que se encontraba por el piso.
Y si bien en los primeros bloques -de los cuatro en que se dividían la entrevista-, Nixon maneja a su antojo al conductor televisivo a través de respuestas largas y envolventes (a cada pregunta Nixon recircula por la respuesta para llegar a justificar todos sus actos), es previo al último día y siendo avanzada la noche donde una conversación entre Nixon y Frost sobre el sentido de sus vidas -Nixon se encontraba soberanamente ebrio- y del juego que están jugando, sus lugares y la metáfora sobre el combate, donde el film se eleva y mucho de la medianía en que transcurría.
La confesión de Nixon habla a las claras que alejándose del contexto de sociabilidad de la entrevista, son dos hombres que hicieron lo que pudieron: uno para lograr la entrevista soñada y el otro para intentar legitimarse; en ambos casos la cuestión no era sacarse la ropa para un combate, sino para mostrarlos en su auténtica genuinidad. Hacia allí apuntó su director Ron Howard, los relatos periféricos de la trama central condicionaron su resultado.
Puntaje: 6

"The Wire" (Temporadas 3 - 4 - 5)

"The Wire" - Tercera temporada (2004)
"The Wire" - Cuarta temporada (2006)
"The Wire" - Quinta temporada (2008)
Negro sobre negro
La politemática serie no termina de asombrar y permite, apropiadamente, dirigir una lectura hacia cualquier parte, que siempre, se dará en el blanco de los sentidos.
Desde el idealismo del detective Jimmy McNulty hasta el cinismo del Senador Clay Davis, o desde el tecnicismo del detective Lester Freamon hasta el claroscuro del alcalde Thomas Carcetti, todos los personajes de esta serie van poco a poco a mimetizarse con todas las vertientes posibles de los caracteres e idoneidad de los seres reales.
Porque de eso se trata The Wire, en mostrar directa y secamente la vida cotidiana de quienes digitan y quienes recepcionan todas las decisiones que se toman en la cotidianeidad. Desde el periódico, o desde la policía, desde la alcaldía o la gobernación, o desde la marginalidad más extrema, todos son piezas que, como pueden, accionan y reaccionan en su necesidad y, a veces, a su pesar.
Todo cuanto acontece es decisión política, todo cuanto se realiza se verá filtrado por el cruce de intereses y de los que nadie saldrá exento. La tan proclamada libertad y derechos serán rápidamente descartados al momento de ser necesario. Hablar significa caer, y eso ocurre desde los traficantes hasta los gobernantes. El silencio es la posibilidad de salvación. Niños que mueren y que matan, pobres hombres que se arrastran como pueden para sobrevivir y, en caso de un contratiempo con la justicia, más les vale tener elementos de negociación; y de esta forma la justicia se oscurece, tanto, que hasta las leyes son burladas desde todos los sectores. Y nada de esto se publica en los medios. El destino de los buenos hombres siempre será el corrimiento al costado. Así termina Cedric, y así, vaya paradoja, terminará el platónico McNulty, que en ese racconto final se llevará al menos alguna pequeña gloria, acompañado en su auto por un deficiente mental y yendo hacia ninguna parte.
Y si el silencio permite un vivir más, entonces que queda para decir...Todo se expresa y nada se dice...El silencio...Si a los seres se les niega esa posibilidad, en los más humildes en un lapso de vida muy acotado, además... Y en Baltimore, que es como en todas partes y un poco más, quienes creían en un sueño mejor, quienes aun creen que la ley es igual para todos, quienes piensan en las instituciones como salvaguarda de la moral...insisto, para ellos, más les vale no tropezar en ninguna esquina. O mirar esta serie. Al menos, la hermandad en los grupos siempre será celebrada, y en esos gestos se conserva los valores más preciados de cada uno de nosotros. Y si Baltimore es la ciudad de desarrollo de la serie, pensar en las grandes ciudades de Argentina no resultará errado. Triste destino. Puntaje: 10

Nicole Garcia - L`adversaire (2002)

Una sola vida
Jean-Marc Faure asesinó a sus padres, a su esposa y a sus hijos (y no en ese orden) en 1993 en Lyon, Francia. La directora Nicole Garcia toma la novela de Emmannuel Carrère basada en esta historia real y su resultante es un film que debe pensarse, primero, desde su título.
¿Quién es el adversario? El adversario es el propio Jean-Marc Faure, quien durante 18 años les hizo creer a su familia y amigos que era médico y que trabajaba en la OMS (Organización Mundial de la Salud) en Ginebra. Cuando ya no pudo controlar más su red de mentiras, llega al final por todos conocido.
La directora establece un relato acronológico comenzando casi desde el final. Esto le permite coordinar escenas en las que resulta difícil establecer momentos emocionales porque no nos entrega más información que aquella sustraída para desempolvarla más adelante. Allí, en esos grandes huecos narrativos, construye un artificio de Jean-Marc a todas luces logrado. El rostro del personaje nos revela un tormento interior que aflora exteriormente en un exacto control de situaciones, y en como todo accionar de éste se trasluce en un juego de inteligencia como cuando seduce a su amante.
Si bien no es importante para la historia su génesis psicológica -y lo bien que hace-, la forma en que se ajusta a la necesidad de éxito social es troncal para su accionar. En el juego de parecer en que se ajusta el juego de la sociedad capitalista, Jean-Marc juega pero haciendo trampas; y justamente cuando está a punto de caer sus cartas de la manga es que explosiona todo. Su timidez e introspección son su limitación, y a la vez desde esos lugares explaya su inteligencia.
Jean-Marc es un modelo para los que juegan perdiendo (nunca pudo superar el segundo año de medicina), desde ese tejido de mentiras que está nada alejado de tantos y tan absurdos éxitos.
Puntaje: 6

Leni Riefenstahl - "Los Nuba"

"Los Nuba"
Leni Riefenstahl
Editorial Blume
Barcelona, 1978

De regreso al origen perdido
"El mito no es historia ocurrida en un tiempo anterior;
es realidad intemporal que se reitera en la historia"
Ernest Jünger, "La emboscadura"

Leni Riefenstahl fue una de las directoras de cine más importantes de las décadas del `20 al `40, destacándose con sus famosos films: "Triumph des Willens" de 1935 y "Olimpia 1 y 2" de 1938. Adscripta al régimen nazi, debió purgar en consecuencia todo tipo de persecuciones en las que no estuvo exenta de numerosos juicios y la encarcelación por varios años de parte de las fuerzas aliadas, además de la pérdida de los derechos sobre sus films en tiempos posteriores a la caída y capitulación de Alemania.
En los años posteriores, todos sus proyectos se vieron truncados por uno u otro motivo. Esto la llevó a dedicarse casi por completo a la fotografía y a incursiones submarinas. Como fotógrafa, pasó largos años junto a la tribu de los Nuba en Sudán, en los montes que llevan el nombre de la tribu, pero solo con una parte de ellos.
Y decimos solo una parte porque se adentró en un territorio prácticamente inexplorado, donde ni siquiera las autoridades sudanesas se acercaban.
¿Qué fue lo que motivó el interés obsesivo por conocer a los nuba? La respuesta son una obra de Hemingway y una fotografía del famoso fotógrafo inglés George Rodger.




Y si en el libro “Las colinas de África”, de Ernest Hemingway, fue una frase la que la obnubiló y estableció en sí una especie de jeroglífico espiritual a descifrar, que es esta: “Cuando, en plena noche, desperté, me encontré echado a la escucha, anhelante ya de volver a África”, es un perfecto punctum barthesiano en la famosa fotografía del genial George Rodger donde la perfección artística junto a la expresividad del nuba negro –que aunque no aclara, suponemos la altivez del sujeto que está arriba- la que la desveló durante años; ese punctum seguramente tiene que ver con eso tan arraigado en ella de lo mítico germano.
Si algo subyace en todas las fotografías del libro –que superan el centenar-, es la dominancia de lo corpóreo por sobre el entorno natural, como si de alguna forma todo el hábitat geográfico que los circunda atraviesa los cuerpos de cada uno de sus habitantes.
Esos cuerpos, que estarán relevados de sentido a partir de cenizas blancas, dibujos, símbolos, líneas, aros, colgantes, colores de sus ropajes o adornos; que portaran restos de animales o vegetales para semantizar huellas espirituales inmemoriales.
Porque todas sus actividades: la agricultura, el juego, las ceremonias y por supuesto el conocimiento de lo secreto estarán inveterados de lo sagrado.
Si bien los nuba habitan en una zona específica de Sudán, la mayor parte de ellos se han integrado a un entorno geográfico más avanzado espacialmente, con lo que el comercio e intercambio obligó a la inserción y contaminación de otras culturas. Pero otro inmenso grupo permaneció incólume a los deslizamientos temporales
Cuando llegó a la zona, Leni Riefenstahl se encontró con que no había allí, entre los nuba conocidos, ninguno que poseyera eso que le disparó internarse a posteriori y por numerosos años. Luego de años de búsqueda, finalmente se adentró en una zona a la que no llegaba prácticamente nadie, y donde cientos de nuba vivían exactamente igual que en siglos anteriores.
Portando su cámara, rollos y demás implementos, Riefenstahl convivió con ellos unas semanas para hacerlo luego durante años enteros.
Y en esa etapa de conocimiento, la artista aprendió compulsivamente su idioma, de tal forma que pudiera nombrar aquello que su mirada construía en su memoria y en cada una de las fotografías. Solo el lenguaje construye lo real, y lo real es más extensible en su entendimiento cuanto más aristas conocemos del objeto. Una cicatriz cruzada es una cicatriz cruzada, pero es un algo más cuando entendemos que de la suma de las cicatrices se constituye la identidad y sus variantes emocionales y culturales que la cobijan.
Los cuerpos de los nuba son lenguajes a descifrar. La fotógrafa hará hincapié en esos detalles para reinterpretar poses y miradas, angulación y elección de planos, y en cómo cada variante significará tanto un momento, como un estado, como una situación.
El libro está dividido en siete secciones: el primero, de cómo la autora llegó a los nuba; el segundo del hábitat y costumbres sociales; el tercero de la agricultura; el cuarto respecto al “seribe”, espacio retirado donde solo acceden los hombres; el quinto respecto a las luchas y combates donde son iniciados (una especie de luchas individuales); el sexto sobre el entierro y los muertos: el séptimo y último, sobre el lenguaje, terminología y lista de términos.
Si los cuerpos herculíneos dispararon a la autora hasta ese remoto lugar, no es menos que se entiende su relación con esa cuestión tan germana de la esbeltez y de la simetría perfecta. Los nuba son de aspecto atlético en los hombres y de singular belleza en sus mujeres. El color de su piel pone aún más relieve a ese aspecto.
Las fotografías darán cuenta en forma casi documental de la esencia de un pueblo que ya para principios de los `70 la autora prefigura la contaminación cultural, al tener contacto al conocimiento del dinero y la mayor rapidez para acceder a los productos de intercambio.
El pueblo no solo vivía exactamente igual que en siglos anteriores, sino que en sus prácticas era dable observar como lo mítico era carne de sus posturas. Allí, en medio de una gran zona inhóspita, lo atávico que para el espíritu germano siempre será ese lugar insondable al hombre, se aparece para la artista alemana en la consumación de los cuerpos que blanden esa representación como eterna.
Si los nuba soportan sin el más mínimo resquemor la acción de tatuajes y perforaciones sobre su cuerpo, las fotografías de Leni Riefenstahl darán cuenta del alma de esos habitantes con la candidez, el asombro y la sensibilidad de una gran artista.
Para quienes anteponen el pasado político de la autora al presente fugaz y esencial de la mirada en estas fotografías, se pierden un notable y excelente libro pleno de auténtica belleza. Y si una de las funciones o sentidos de la creación artística es el de conocer, entonces vemos aquí como de ese ignoto pueblo sudanés surcan imágenes que serán como eternas. Perdiéndose en los caminos y vericuetos de la historia, se perderán para siempre las imágenes de lo mítico; he allí otra posible elección. Estas fotografías y textos explicativos, nos direccionan hacia lo imperecedero. Y el sentido del arte, así, se materializa en estas páginas. Puntaje: 10






















Cédric Kaplisch - Paris (2008)

París, a brocha gorda
Película coral, todo el grupo de personajes heterogéneo es un intento de dar una muestra de la ciudad francesa en este siglo. ¿Que es lo que se plantea Kaplisch, su director? Enlazar unos con otros los personajes para a través de esa paleta escogida mostrarnos un todo, que sería, claro, París.
Para ello nos muestra personajes que descubrirán y perderán el amor, personas que se ilusionan, personas que pierden, triunfadores que caen en su propio orgullo, trabajadores que sufren y otros que traicionan, inmigrantes africanos buscando un lugar e identificando una parte de la ciudad, toda la gama posible de posibilidades y arquetipos pero con una condición: se nos mostrará esa parte oculta, esa intimidad cuasi secreta que todos tenemos, al límite de mostrar no personas en sus miserias sino miserables. La elección de comenzar el film con la historia del bailarín al que le queda poca vida es también la declaración de principios del director: París languidece, y en ese languidecer se lleva no solo su historia toda sino cambios que regeneran en algo distinto.
Jugando con el azar y con el destino, con la determinación como factor de cambio, los personajes serán arrastrados a encuentros y disoluciones que más pareciera tener con caprichos del autor que con las espectativas de los propios personajes.
El final, cuando el joven va a operarse, y reflexiona sobre el hombre de sobretodo como un sujeto que tiene la vida por delante, que no tiene preocupaciones, es una muestra más de la torpeza para entender. Nosotros los espectadores sabemos que es ese un profesor universitario que ha perdido la brújula y deambula sin sentido. Entre la ceguera del bailarín y la estrechez del profesor, nosotros seríamos los privilegiados que al conocer sus secretos conocemos de esa forma el alma de la ciudad.
En realidad nada de eso será París, una parte tan pequeña que no es modelo de nada. Las eternas quejas parisinas la asemejan a Buenos Aires, y en ese contexto emocional Cédric Kaplisch hizo un retrato, que de tan grueso destila un aire trillado.
Puntaje: 4

Anders Morgenthaler - Princess (2006)

La mirada perdida fuera de centro
Un ministro de la iglesia cuelga los "hábitos" para recuperar a su sobrina y tomar venganza de la muerte por sobredosis de su hermana, conocida actriz porno. La recuperación de la niña de cinco años y criada en medio de un prostíbulo, es una tarea que para el ex-seminarista August se torna en un acto de amor extremo.
Si bien en un principio el ministro solo espera que retiren todas las copias de su hermana que están en circulación, a poco de ver los resultados de tal educación en su sobrina más la negativa de la empresa a su pedido, obliga a cambiar sus planes.
La limpieza material que ejecuta August se corresponde exactamente a los momentos en que se encontraba con su hermana y su inacción lo resiente a la búsqueda de Charlie, un ex-amigo que además lleva a su hermana por oscuros laberintos y también a su hija.
Si la película se plantea un entrecruze entre la inmoralidad de Charlie y el fanatismo de sus acciones -August será acompañado por la joven Mia- entonces el resultado es desconcertante. Posicionar a August como emblema de la moralidad para a su vez diseccionarlo con la culpa que termina además con la muerte de su sobrina, nos habla claramente de la falsa libertad con que se posiciona su director Anders Morgenthaler.
El resultado visual es atractivo: aparecen rasgos muy logrados como la naturalidad de August en sus actos violentos, la ajustada elección de tonos ocres para el dibujo, movimientos corporales como desfasados del naturalismo extremando la hediondez de los personajes, la aparición de imágenes reales en los monitores y hacia el final, incomodando aún más la mirada del espectador, que a esa altura, se conmociona de la crudeza de la historia. Morgenthaler plantea un mundo sin ninguna salida, como si solo el azar y la reacción ante él determinara nuestras acciones. Es esa una elección.
Pero saber porque el hermano se torna ministro (se nos induce como contraste por la vida de la hermana y su participación en sus comienzos) y porque deja de serlo (pareciera que para criar a su sobrina), es en realidad la gran ausencia. August no hace nada por su sobrina, como si ella no tuviera salida, involucrándola en el mismo infierno en el que comienza a girar, terminando en un círculo vicioso. Esa es la mayor crudeza del film. Ese también es su no horizonte.
Puntaje: 5

"The Wire" (Temporadas 1 - 2)

"The Wire" - Primera temporada (2002)
"The Wire" - Segunda temporada (2003)
Un legado mayúsculo
Dentro de los distintos subgéneros creados dentro de ese género mayúsculo que fue la novela negra, uno fue el que más arraigó como modelo para las series de televisión a partir de la década de los `60: el Police Procedural. Este subgénero, se basaba en el tratamiento de un caso a partir de las indagaciones perpetradas por la policía, y teniendo siempre una figura del cuerpo como personaje principal.
Y si bien el subgénero literarario se gestó en la década del `40, no fue hasta 50 años después que arraigó como serie televisiva y llevó la vertiente hasta límites superlativos; la serie innovadora fue, ni más ni menos que la extraordinaria Prime Suspect. Esta serie inglesa se destacó, básicamente, por dos cuestiones. La primera tiene que ver con un riguroso tratamiento de un caso, explorándolo en todas sus facetas y llegando a extender cada emisión en casi 3 horas y media. El trabajo policíaco se desmembraba en arterias principales y en callejones sin salida, y allí nos conducía para acceder hacia el final con una resolución que la más de las veces era secreteada por los superiores policíacos a partir de intereses políticos y personales. La segunda tuvo que ver con el tiempo que se tomaban para la gestación de cada emisión: la más de las veces era anual. Y eso resultaba en historias contadas con una claridad expositiva y justeza que no había conocido el género en televisión.
Y con ese legado, llegamos a The Wire; un grupo operativo que se articula a partir de retazos de policías, y digo retazos porque es como si cada uno de ellos encuentra en el grupo el lugar y el despliegue de sus mayores virtudes: como ejemplo esta Trace, quien de ser un protegido y un sujeto al que se le dispara el arma regularmente, aplica la lógica para desentrañar desde la base las claves de la escucha. Porque eso es The Wire, un grupo que escucha conversaciones para resolver un caso.
Cuando comentemos las temporadas siguientes ahondaremos respecto al funcionamiento de cada uno de los personajes, pero ya notamos que el personaje principal no es uno en particular, sino el grupo entero como tal. Todo va siendo narrado haciendo eco en sus vidas personales, pero con un plus: pocas veces se le dio tanto valor e importancia al lenguaje utilizado por los elementos marginales, lenguaje que se extendía a lo corporal y a sus modos de relación. No hay buenos y malos, todos siguen intereses particulares, y en esa guerra no declarada, se constituye una arquitectura que radiografía ejemplarmente el centro y la periferia de Baltimore, lugar de desarrollo de la serie.
Quedaría muchísimo por agregar, como por ejemplo que en las relaciones entre los "delincuentes" los códigos son mucho más nobles que los del cuerpo policial, son más verdaderos; saben que solo persiguen el dinero pero no un ascenso social. Allí radica la ventaja de ellos, y también su perdición.
Si la primera temporada trataba sobre el tráfico de drogas en el oeste de Baltimore, la segunda será sobre el contrabando en los muelles, y en esta segunda se cruzarán ambas historias. Cada una de ellas con 13 y 12 capítulos, que no es poco para cada historia. Miraron hacia atrás y miraron bien. Y si se hace tanto lo primero no se hace lo segundo. The Wire es el ejemplo exacto de ambas visiones. Solo queda disfrutar de ello y ver esta serie que es de lo mejor de los últimos años. Puntaje: 10

David Fincher - The Curious Case of Benjamin Button (2008)

La piedad como forma de filmar
La última película de David Fincher no es casualmente un película de larga duración como su anterior Zodiac. Es más, me animo a pensar que ambas se corresponden a una misma forma de filmar, claramente distanciada de sus anteriores The Game o Seven.
En sus dos últimos films, los procedimientos formales de puesta en escena y estilísticos en su registro y resolución son exactamente similares, como así también su extensión temporal.
Benjamin Button es alguien que nace como un octogenario, para ir rejuveneciendo a medida que va "creciendo", hasta llegar a convertirse en un niño. La documentación que impone el film a esta vida a contramano del mundo, obliga a que emocionalmente el contraste con sus padres adoptivos y con el amor de su vida esten constantemente interferidos. Si en la anterior Zodiac la busca del asesino en serie obligaba a los "detectives" a buscar huellas en los agujeros no visibles para el resto de los investigadores, obligaba también a partir de la obsesión de estos a alejarlos de cualquier sentimiento emocional, de allí el tono premingeriano que Fincher encuentra ajustado y exacto.
Es este el tono que recorre tambien a su último film. Los largos planos y cuando no extensas secuencias, revelan la imposibilidad de construir un artificio emocional en la vida del propio Benjamin. No hay simpatías sobre sus personajes, sino una relación intelectual recubierta de piedad. Es esta piedad, exactamente igual a la que nos muestra en su personaje de Zodiac.
Si la correspondencia con el film anterior se establecería por solo ese concepto la analogía no sería menor. Basada en la novela corta de Francis Scott Fitzgerald, Fincher entrega una película que cada vez se cierne más sobre los propósitos marcadamente expuestos del cine clásico. La morosidad con que es advertida por determinada crítica, es opuesta a la que conocemos de sus primeros films. En ellos, está latente su impronta de los años `90, no exenta de encontrarse claros rasgos de "recortar" las escenas solo en los tiempos "necesarios".
The curious case of Benjamin Button es otra película de un director que parece retraerse más y más al clasisismo, como si su evolución lo llevara directamente a los orígenes del cine. De allí la sustracción de cualquier tono que no sea el de gravedad que encontramos en sus dos últimos filmes. En tiempos en que menos parece más, este Benjamin Button nos muestra una summa del mejor cine, y así más...siempre será más.
David Fincher es uno de los pocos directores de los cuales uno puede esperar una grata sorpresa, como en este caso...y ya no tan curioso. Analizar a posteriori cualquier secuencia de este film nos encontrará deleitándonos con la exactitud que en su extensión nos parece negada. Puntaje: 8

John Madden - Killshot (2008)

Elmore Leonard nunca es poco
Elmore Leonard es uno de los escritores más interesantes de novela negra cuyo reconocimiento comenzó hace unos 30 años. Sus libros se encuentran en cualquier librería, nuevos o usados, más esto es así pues a Leonard no se lo leyó como autor, pero sí como como un narrador increíble y de allí el éxito de sus novelas.
Un killer de origen navajo -Armand "Pájaro negro"-, compañero de un joven impulsivo y descontrolado -Richie-, y un matrimonio a punto de separarse Wayne y Carmen-, que serán sus presas. Las tramas de Leonard son simples, lo que se complejiza son las reacciones de estos personajes en momentos límites y en momentos en que nada pasa. Es increíble el momento donde Richie le da un masaje a la anciana madre de Carmen cuando la ataca un dolor en la cintura. En toda novela de Leonard siempre están esos jóvenes totalmente libres, libres de actuar y de hablar, solo apresados por la ignorancia y la eterna estupidez, que eligen siempre lo incorrecto, que caminan como si nadie antes lo hubiera hecho, donde se visibiliza todo un pasado de desbordes, toda la escoria del sistema, y también lo humano con sus facetas en extremo, donde no dejan de simpatizar al mostrar esa frescura.
Porque si algo pone el sello de este escritor es la construcción de personajes a partir de expresiones y reacciones tan leves, tan de entrecasa, pero en personajes marginales, donde los momentos siempre son los últimos, donde cocinar, bañarse y relacionarse sexualmente son operaciones que se ejecutan como hilvanados por un mago, como cuando la novia de Richie invita a su cama a Armand, previo contorneo frente a espejos y donde lo sexual siempre es la alternativa inexorable.
Película de pocos personajes, película pequeña y lograda hasta cierto punto; dirigida por el eterno desaliñado John Madden, Killshot es un film puramente de escritura negra, pero donde esa escritura es visible mucho antes de empezar a filmar. Zarandeando un poco, lo que queda de Elmore Leonard es más que suficiente.
Puntaje: 7

Paolo Virzi - Tutta la vita davanti (2008)

Lugares comunes
Marta, una joven de 24 años, oobtiene su título de licenciada en filosofía con una tesina sobre Heidegger. El jurado que la apruba con los más altos honores se compone de ancianos más preocupados por ir al baño que por escucharla. Cuando sale a la calle no puede conseguir trabajo, todas las editoriales le rechazan su ensayo y finalmente termina trabajando en un Call Center y como baby sister.
Primero, deja ir a su novio a Estados Unidos a una universidad norteamericana y del cual se separará por la distancia; conoce a un sindicalista que terminará saliendo con su amiga y generará serios conflictos en la empresa de telefonistas, y del que separará previas disculpas del charlatán; la niñita que cuida terminará haciendo tiempo en la calle mientras su madre se prostituye en el departamento, posterior a su expulsión del mencionado Call Center; y así podríamos seguir con varias subtramas que aparecen en el relato.
El problema es que mientras Marta mira y actúa con pleno conocimiento de la situación explotatoria en su trabajo, que hace mímica mientas las demás chicas cantan y bailan antes de empezara trabajar -como estímulo para las siguientes cuatro horas de llamados telefónicos-, que accede a acompañar a sus jefes sin la menor convicción, decíamos que el problema es que Marta es el alter ego del director Paolo Virzi. Y así, mientras parece que mira todo a la distancia, en realidad no deja de ser parte de todo ello.
Si el tono de comedia heredado de la tradición italiana parece ser una de las formas, bueno sería recordar que en ella siempre los personajes, incluso los más abyectos, se dibujaban con una profunda humanidad.
Todos los personajes de este film no pueden comprender el todo, son partes cristales de un espejo que no los contiene y ninguno de ellos deja de demostrar las peores miserias adobadas del sensiblerismo peninsular.
Cuando uno de los hombres compañero de Marta le roba en su visita 300 euros a una anciana que ha perdido a su nieta, y luego se lo justifica con la presión a la que someten a los empleados y a la pérdida de los valores más elementales, y si además maneja un convertible y un accidente provoca su imagen piadosa, insisto entones, Paolo Virzi también es parte de ello.
Al final de la historia, le publican a Marta en Estados Unidos el ensayo sobre la relación entre el capítulo 16 de "Ser y tiempo" de Heidegger con el trabajo en el Call Center. El pago de 300 euros le será entregado a la anciana como corresponde. La culpa burguesa teñida de buena gente.
Algunos verán en el film un discurso progresista, más no se dejen engañar. Toda la puesta recurre a la suma de lugares comunes, y así de excesivos, cualquier relación con otros modelos de explotación como los que son visibles en cualquier ciudad occidental, quedarán desnivelados. La sutileza siempre es más visible que la grosería. Puntaje: 2

"The Unit" (Temporada 3)

"The Unit" - Tercera temporada (2007)
La tensión de la obediencia
La tercera temporada de esta serie trae todas las contradicciones posibles dentro de la unidad.
Los integrantes de la unidad serán perseguidos por la CIA y otros organismos oficiales para silenciar un secreto perverso: la eliminación de prisioneros políticos en el fondo del océano; la mujer del coronel obligará a su marido a traicionar a sus amigos y obtener así favores políticos; uno de los integrantes principales de la serie muere; otro de los integrantes empezará a salir con la novia del fallecido; el coronel insistirá en tirarse a la mujer de su subalterno que ahora trabaja de cabaretera, la endemoniada Steffi; otro de los integrantes empezará a alucinar la presencia de personas que ha asesinado; una mujer y esposa intachable esconde un terrible secreto; y estas son apenas algunas de las líneas argumentales de esta temporada de escasos 11 capítulos debido a la famosa huelga de guionistas que postergó la emisión de muchísimos capítulos televisivos y la producción de varios films.
También está el perfil público de la unidad que es la operatoria militar en el interior y en el extranjero de férrea obediencia al poder político de turno. Son soldados, actúan en extrema fraternidad, y lo primero que todo será siempre la unidad. Pero la serie desplazará estos temas como borde externo de secretos, traiciones y demás debilidades que encerrarán sus vidas privadas.
Si la segunda temporada menguo respecto a la primera en los entredichos personales, esta tercera temporada centrará en los aspectos particulares que la enriquecen y la tornan distinta. A veces la trama discurre en operaciones políticas que alternarán con exacta simetría respecto a problemas maritales y extramaritales. Debe verse pensando en la segunda, y la primera como fachada intachable de otras tantas caídas individuales.
De una voz enérgica al exterior profesional al susurro lastimero entre sábanas. De la unidad no se podrá salir. De la tragedia humana tampoco. Puntaje: 9

Marc Forster - Quantum of Solace (2008)

La acción y el sinsentido
James Bond, traicionado por la mujer que amaba, Vesper, encarna una nueva misión con un enemigo llamado Dominic Greene; conoce a Camille, una joven que solo quiere vengarse del General Medrano, hombre que se aporará del gobierno de Bolivia a través de un golpe de estado con los avales económicos del anterior Dominic Greene, quien solo está interesado en los favores así obtenidos para saquear los recursos naturales del vecino país.
Hablar de la trama de esta película es una perfecta pérdida de tiempo. Solo será la excusa para el despliegue de escenas y secuencias de acción, vaciadas del sentido último y necesario para su funcionamiento.
La acción siempre conlleva una intención. Esta estará determinada por las necesidades del héroe y la resolución -de la prueba- a través de la acción requerirá una suerte de aprendizaje o conocimiento o un nivel posterior de entendimiento, relevando así, en la puesta en escena, no solo un crescendo dramático (para ello se acciona), sino, y lo más importante, como transformación, aún mínima, del conocimiento.
En esta película la mayor parte de las veces la acción cerrará su sentido para desplegar solo una especie de salto en red donde el héroe sabe que caerá sin problemas. Como una especie de personaje indestructible, tan distinto al Bond del film anterior de la saga. Y cuando la acción se cierra solo en su propio artificio, la levedad de esta y la novedad en su sentido pleno acaba a los pocos minutos del film. Si alguien lo desea puede tomarse el trabajo de comparar este film con el anterior de Bond: verán como es posible vaciar de sentido la trama y transformarlo en un patético videogame. Puntaje: 2

Konstantin Lopushansky - Gadkie Lebedi (2006)

Lluvia roja
Victor Banev es un escritor que, agregado a un grupo de las Naciones Unidas, debe viajar a un pueblo habitado por una especie de mutantes, cuyos rostros aparecen como desfigurados y vestidos de turbantes negros y capucha (bastante similares a los mutantes de la serie Mark, de Robin Wood). Además de ello, tales mutantes dirigen una escuela para niños superdotados entre los que se encuentra la hija del escritor.
Haciendo un viaje primero en tren, y luego por zonas donde la naturaleza ha tomado el dominio, pasamos de los incendios forestales a lluvias que agobian todo los terrenos. El ejército ha decidido rociar con gases químicos toda la zona para eliminar a los mutantes y, en lo posible, salvar a los niños. El escritor, luego de ser iniciado a través del conocimiento de uno de los niños especiales, irá convirtiéndose hasta poder entender la mirada gélida y desemocionada con que los niños han sido educados, contra el hegemónico espacio de los humanos que, desde ese lugar, han perdido todo rasgo de humanidad.
Con un ritmo paulatino, con personajes de profundos matices, y una puesta que bordea siempre el propósito de sensibilizar a partir de imágenes choque -es notable como el color rojo transforma muchísimo de los sitios comunes de las locaciones-, hay escenas que bien podrían haberse eliminado (el encuentro con una de las madres de los niños en una estación) que se confronta con un final puesto con la peor sensiblería subielana: cuando la hija es recuperada del sótano donde se refugian los niños de la nube tóxica por acción del escritor y se trata de rehabilitar en un establecimiento psiquiátrico-carcelario a partir de la visión de determinados programas televisivos que es inversamente resolutiva respecto a la última escena donde la niña comienza a asomar unas lágrimas ante la emoción del padre en la habitación o en el último plano del film con la mano de la niña descubriendo tras el vidrio empañado el universo todo.
Película de ese género que es la ciencia ficción de los países de la antigua Europa oriental, donde el vacío existencial siempre va de la mano de la incredulidad religiosa. Puntaje: 6

"Two and A Half Men" (Temporada 5)

"Two and a Half Men" - Quinta temporada (2007-8)
Siempre queda Charlie
Ya habíamos comentado respecto de las temporadas anteriores la idea central de la serie y la connotación de cada personaje.
En esta temporada se van a patentizar algunos aspectos característicos de este Sit-com: Charlie ya en los cuarenta se verá aquejado por noticias de su gran amor que se ha casado, intentará para variar salir con una mujer mayor que él, restablecerá la relación con la madre sin descuidar sus pasados; Alan competirá por varias de las mujeres de Charlie, quedará prácticamente excluída su profesión, y lo más importante, la llegada de un novio en la madre y su posterior casamiento encuadrará el recorrido de esta temporada hasta su final.
Judith, mientras tanto, y ya sin Alan cerca, seguirá casada con el médico al que los hermanos adivinan como un fenómeno sexual, provocando en Alan nuevos motivos para deprimirse.
Y mientras el pequeño Jack, ahora crecido y en la etapa de transformación adolescente, comienza a interesarse por mujeres a la vez que toma lecciones con su experto tío Charlie.
Da la sensación que la serie ha establecido ya definitivamente las coordenadas, y es probable que la sexta temporada que se emite actualmente obligará a giros importantes y definitivos de sus estados, pudiéndose definir esta etapa como transitoria.
El regreso poco claro de Rose y las alternancias y periódicas visitas de Charlie a la psicóloga expresan la crisis en la que se ve inmerso. Charlie siempre está disponible, y su vida de plena levedad prosigue firme y adelante. Puntaje: 9

lunes, 8 de junio de 2009

Gus Van Sant - Milk (2008)

Propio de Van Sant
Harvey Milk fue el primer hombre público asumido como homosexual que obtiene un alto cargo público en Estados Unidos. Su lucha fue un ejemplo y su asesinato convocó a una marcha de más de 30.000 personas que acompañaron el cortejo.
Este film fue criticado por los admiradores del director Gus Van Sant en aras de una supuesta pérdida de identidad creativa en pos de un producto que lo alejaría de las intenciones genuinas en la que podríamos colocar a su anterior Paranoid Park.
Es increíble como aún se sigue perdiendo de vista las recurrencias formales de este director cada vez que un film sobresale como una película de alta producción. Pareciera que los costos de producción son los que determinan tal autenticidad, pero solo prestando un poco más de atención veremos que este film tiene un mismo esquema formal que el film anteriormente citado.
Tener en cuenta ese collage visual que superpone imágenes en 35 mm, imágenes en video, color y blanco y negro, montaje de escenas superpuestas con otras, cortes temporales que obturan los finales de escena, ralentis repetidos, etc.
Gus Van Sant a filmado películas para poder conocer: Elephant, películas en las que conoce tibiamente las respuestas: Paranoid Park, películas que reconstituyen un final como una a la vez calma y desesperada búsqueda: Last Days, películas cinéfilas a la vez de torpes: Psycho, etc.
Esta película intenta reconstituir a partir de diversos formatos visuales la lucha del renombrado Harvey Milk, pero donde se hace manifiesto que lo formal ordenará ese contenido irregularmente. Película que lo tiene todo para destacar, pero también la visibilidad de un confuso autor. Y si hablo de confuso me refiero a que si bien recurre a personajes o hechos famosos y sus trágicos finales, también es verdad que lejos está de iluminar algún sentido, pues este se pierde en su algoritmo visual. Del vértigo sensorial para conocer el estado de América de este director, hay una luz del horror de la misma América en el coronel Kurtz, de Apocalipsis Now. Una película que es un perfecto ejemplo de un buen director años `90. Puntaje: 7

"Heroes" (Temporada 1)

"Heroes" - Primera temporada (2006-7)
Superhéroes por doquier
Un grupo cada vez más avanzado de personas descubre que tiene poderes especiales: que derriten los metales, que cicatrizan cualquier herida, que generan fuego con sus manos, que leen el pensamiento ajeno, que hacen olvidar determinados momentos, que pintan el futuro, que son radioactivos, etc. Toda esta gente está desperdigada mayoritariamente por los Estados Unidos.
El hijo de un famoso genetista hindú, Mohinder Suresh, va en busca de respuestas a los Estados Unidos para averiguar quien asesinó a su padre y por qué éste estaba tras las ubicaciones y encuentros de este grupo de fenómenos.
El peligroso enemigo que va asesinando uno a uno a estos superhéroes es Sylar, quien al matarlos adquiere las virtudes del muerto, lo que va acrecentando su poder capítulo a capítulo, además de grupos que poco a poco van dilucidando su ubicación ambigüamente moral dentro de la serie. El objetivo, como no podía ser de otra manera, es de alguna forma "apropiarse" del mundo.
Entre personajes que se desarrollan más armónicamente que otros, la repetición ya demasiado trillada de la carga que significa el plus de un poder que otros no poseen, el recorrer los caminos ya habituales en la historieta de la construcción de estos "superhéroes", y una trama que si bien tiene un objetivo final repite acciones y reacciones con un fuerte maniqueismo, la temporada convencerá a un público apenas llegado a transitar estos caminos.
Queda en deuda saber si en las próximas temporadas se profundizarán las grietas que obstruyen a cada personaje. Y queda en deuda también si estos seres tan especiales accionarán además como todo mortal. Cuando recurrió a esta operación, el resultado no fue anodino pero sí demasiado edulcorado. Una serie que deberá probar su propia valía. Puntaje: 7

Ettore Scola - Concorrenza sleale (2001)

Regresión que no tradición
Ettore Scola se propone contar una historia de dos familia con un montón de lazos en común, pero la condición judía de una de ellas provocará graves conflictos de intolerancia en la Italia Mussoliniana.
Una familia "romana", de pura tradición itálica, guiados por Umberto; una familia judía guiados por Leone; ambos padres poseen una tienda de trajes una al lado de la otra, compitiendo ferozmente para obtener mayores ganancias, y en donde el comerciante judío siempre estará un paso adelante. Entiende de vaivenes económicos y de estrategias comerciales como nadie. Los hijos mayores están enamorados, los hijos menores son dos amigos entrañables. Con el oscurecimiento político en tiempos de Mussolini, la intolerancia de la sociedad hacia la familia judía se hará más y más profunda hasta que deben vender todo e irse del centro romano.
Pero Scola se reserva para nosotros más de lo que nos tiene acostumbrado: personajes estereotipados como el cuñado del comerciante romano que de idiota, mantenido y volátil terminará afiliándose al fascismo; la relación a través de cartas de los hermanos mayores constantemente cursi; el jefe de policía que terminará acatando las órdenes persecutorias actuando como si nada le importara; las discusiones en la calle a puro grito y exageradas.
Ettore Scola define a los personajes con una humanidad teñida de favoritismos políticos, y confunde introspección y conocimiento con detallismo. Si el jefe de familia romana tenderá su mano en lo posible hacia su amigo y competidor judío, lo hará a partir de la intolerancia del resto. La sociedad, en este caso, manifestará esa parte deleznable que algún momento Umberto dará a luz para luego girar en su actitud. Los gestos paulatinos de deterioro de Leone son más sensibleros de lo que el propio personaje desprende.
Italiano de pura cepa, Ettore Scola es uno de los pocos que han quedado de aquellos que comenzaron a filmar en los `60. Sus constantes desniveles son su sello. En este film, su vuelo cae en picada. Puntaje: 4

May Sinclair - Vida y muerte de Harriett Frean - Cuentos extraños

"Vida y muerte de Harriett Frean - Cuentos extraños"
May Sinclair
Alba Editorial
Barcelona, 2008
Otra vuelta de tuerca, y mejor
En la sobresolapa del libro podemos leer un extracto de Jorge Luis Borges, del 26 de julio de 1935: "Me piden el cuento más memorable de cuantos he leído.[...] Elijo -en gracia de su valor indudable- el relato alucinatorio Donde el fuego nunca se apaga de May Sinclair. Recuérdese la pobreza de los Infiernos que han elaborado los teólogos y que los poetas han repetido; léase después este cuento".
Toda la serie de cuentos de estos Cuentos extraños tendrá como base temática determinadas visiones del Infierno y el Paraíso. ¿Pero cuáles serían esas visiones? Ni más ni menos que la repetición infinita de situaciones q a la vez que mutan permanecen inalterables pero sabiendo de tales repeticiones. Esa visión dantesca del Infierno en donde los personajes circulan en un tramo de su vida sin poder salir de ellos para volver a empezar como una cinta de Moebius.
O en el que considero el cuento más increíble que he leído: Vida y muerte de Harriett Frean. Cuento de casi cien páginas donde recorremos la vida da Harriett Frean desde su nacimiento hasta su muerte, y donde abocada a la virtud más plena y resumadora, va advirtiendo siempre tarde como la vida la recorre sin absorverla. Proclamada a esa idea, Harriett bordeará hasta los placeres más nimios en pos de la consecusión de la virtud, y sin saber, o tarde, que tales accionan modifican y generan en su entorno, reacciones que no asimila hasta que entra en años, o que desvirtúa, vaya paradoja, para contener lo más preciado de su vida: su madre y su padre.
Y si en este Vida y muerte de Harriett Frean el recorrido lineal por el infierno desemboca hacia el final de su vida en un inmenso círculo que la devora, el el cuento elegido por Borges la protagonista Harriott repetirá una y otra vez y consecutivamente la misma acción hasta terminar...y volver a empezar.
Es notable como ya hacia principios de siglo XX, esta escritora prácticamente olvidada invierte el famoso cuento de Henry James -Otra vuelta de tuerca-, para pulverizar en este primer cuento y secretamente la conciencia del personaje.
Ocho cuentos memorables de esta notable May Sinclair que deberían leerse, al menos, una vez antes de morir. Así le hubiese gustado. Puntaje: 10