La tensión de la obediencia
La tercera temporada de esta serie trae todas las contradicciones posibles dentro de la unidad.
Los integrantes de la unidad serán perseguidos por la CIA y otros organismos oficiales para silenciar un secreto perverso: la eliminación de prisioneros políticos en el fondo del océano; la mujer del coronel obligará a su marido a traicionar a sus amigos y obtener así favores políticos; uno de los integrantes principales de la serie muere; otro de los integrantes empezará a salir con la novia del fallecido; el coronel insistirá en tirarse a la mujer de su subalterno que ahora trabaja de cabaretera, la endemoniada Steffi; otro de los integrantes empezará a alucinar la presencia de personas que ha asesinado; una mujer y esposa intachable esconde un terrible secreto; y estas son apenas algunas de las líneas argumentales de esta temporada de escasos 11 capítulos debido a la famosa huelga de guionistas que postergó la emisión de muchísimos capítulos televisivos y la producción de varios films.
También está el perfil público de la unidad que es la operatoria militar en el interior y en el extranjero de férrea obediencia al poder político de turno. Son soldados, actúan en extrema fraternidad, y lo primero que todo será siempre la unidad. Pero la serie desplazará estos temas como borde externo de secretos, traiciones y demás debilidades que encerrarán sus vidas privadas.
Si la segunda temporada menguo respecto a la primera en los entredichos personales, esta tercera temporada centrará en los aspectos particulares que la enriquecen y la tornan distinta. A veces la trama discurre en operaciones políticas que alternarán con exacta simetría respecto a problemas maritales y extramaritales. Debe verse pensando en la segunda, y la primera como fachada intachable de otras tantas caídas individuales.
De una voz enérgica al exterior profesional al susurro lastimero entre sábanas. De la unidad no se podrá salir. De la tragedia humana tampoco. Puntaje: 9
Los integrantes de la unidad serán perseguidos por la CIA y otros organismos oficiales para silenciar un secreto perverso: la eliminación de prisioneros políticos en el fondo del océano; la mujer del coronel obligará a su marido a traicionar a sus amigos y obtener así favores políticos; uno de los integrantes principales de la serie muere; otro de los integrantes empezará a salir con la novia del fallecido; el coronel insistirá en tirarse a la mujer de su subalterno que ahora trabaja de cabaretera, la endemoniada Steffi; otro de los integrantes empezará a alucinar la presencia de personas que ha asesinado; una mujer y esposa intachable esconde un terrible secreto; y estas son apenas algunas de las líneas argumentales de esta temporada de escasos 11 capítulos debido a la famosa huelga de guionistas que postergó la emisión de muchísimos capítulos televisivos y la producción de varios films.
También está el perfil público de la unidad que es la operatoria militar en el interior y en el extranjero de férrea obediencia al poder político de turno. Son soldados, actúan en extrema fraternidad, y lo primero que todo será siempre la unidad. Pero la serie desplazará estos temas como borde externo de secretos, traiciones y demás debilidades que encerrarán sus vidas privadas.
Si la segunda temporada menguo respecto a la primera en los entredichos personales, esta tercera temporada centrará en los aspectos particulares que la enriquecen y la tornan distinta. A veces la trama discurre en operaciones políticas que alternarán con exacta simetría respecto a problemas maritales y extramaritales. Debe verse pensando en la segunda, y la primera como fachada intachable de otras tantas caídas individuales.
De una voz enérgica al exterior profesional al susurro lastimero entre sábanas. De la unidad no se podrá salir. De la tragedia humana tampoco. Puntaje: 9
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