Rubem Fonseca
Editorial Norma
Bogotá, 2001
¿Quién va a apretar el gatillo? (Carpe
Diem)
Un amor imposible, una venganza cruel, un pedido insatisfecho, un perdido enamorado, una resurrección del amor, una investigación policial que no le importa a ningún lector y una pareja que se ama en espiral.
Digamos que esos podrían ser sucintamente los temas a los que refieren los siete cuentos que integran este libro. El asunto en particular es que detrás está Fonseca, y si detrás está Fonseca, más valdría armarse hasta los dientes para ingresar en su mundo.
En este escritor es fácilmente visualizable el dueto de tópicos que sustentan su obra: el sexo y la violencia. Y si un libro de cuentos de este autor se denomina Historias de amor, vayan rápidamente pensando que el mal llamado romanticismo aquí queda bastante alejado. Todas las historias se sostienen en los dos tópicos antes mencionados: el sexo porque en él Fonseca siempre nos va a revelar mucho más que mil descripciones innecesarias, y la violencia porque es el desborde perfecto de aquello que habita los cuerpos. La violencia en Fonseca nunca es clasista, y siempre es justificada. De allí el horror que despierta su lectura.
Como si el mundo se sustentara desde esa sexualidad que en Fonseca, insisto, es directa, expuesta y también verbalizada. Y con ese objetivo muchas veces habrá que sacar un arma. El resto llega por añanidura.
Fonseca no es un escritor pornográfico, es un escritor que porta una cámara y se adentra en todos los dormitorios de sus personajes y los expone con la misma sinceridad que a la violencia. Fonseca es crudo, nunca cruel. Su honestidad expositiva es admirable y su justeza narrativa pocas veces lograda en la literatura latinoamericana.
Gracias al amigo Gustavo Milano quien me recomendó la literatura de este brasileño que ya ronda los 84 años, he descubierto una de las lecturas más encarnizadas que pueda recordar. Puntaje: 9
Muy buena perspectiva, también lo percibo asi.
ResponderEliminarGracias por compartirlo.