El típico Scott contemporáneo
Ferris es un agente de la CIA que acciona en Medio Oriente y en su primera tarea lo vemos en la convulsionada Irak. Para lograr detener a un líder de Al Qaeda, autor de numerosos atentados, la película se centra en mostrar que: 1) la vida de las personas en esa zona no valen nada (hallazgo!!!???); 2) a Ferris (Leonardo Di Caprio) entablando una relación amorosa muy poco creíble con una enfermera;3) un montón de diálogos estúpidos -que solo están para demostrar su corrección política en épocas del Obismo-; 4) a Ed Hoffman (Russell Crowe) dirigiendo las operaciones desde la tranquilidad de la vida en familia y a miles de kilómetros, en planos donde siempre está atendiendo a sus hijos (¿pensará el señor Scott que nos resultará muy difícil entender el sentido de esto, que lo repite una y otra vez durante toda la película?).
Lo increíble de todo esto es que para mostrar semejante suma de desaciertos la película dura...y dura.
Desde los tiempos en que prometía ser un gran director con sus tres primeros films -The duellits, Alien y Blade Runner-, Ridley Scott es lo que en estos tiempos se denomina artesano a tiempo completo: filma seguido cada vez películas menos y menos interesantes...como esta. Puntaje: 3
Lo increíble de todo esto es que para mostrar semejante suma de desaciertos la película dura...y dura.
Desde los tiempos en que prometía ser un gran director con sus tres primeros films -The duellits, Alien y Blade Runner-, Ridley Scott es lo que en estos tiempos se denomina artesano a tiempo completo: filma seguido cada vez películas menos y menos interesantes...como esta. Puntaje: 3
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