Bertrand Tavernier fue el director más atacado por el standart de la revista Cahier du cinéma en las décadas del `60 y `70. El desprecio intelectual al que lo sometió por ejemplo Serge Daney, no hizo mella en este director que entronizaba en la más alto del cine francés al gran Claude Sautet en desmedro de Jean-Luc Godard, paradigma cahierista. A contramano de ese establishmen, proponía a los western de Delmer Daves -El árbol del ahorcado y El tren de las 3:10 a Yuma-, como los mejores de la historia del cine. Y Tavernier siguió filmando. Y cómo...
Basada en una novela de James Lee Burke, Tavernier propone una película dentro del marco del género negro, pero vale aclararlo, un film a contramano de cierto standar dentro del género.
El detective Dave Robicheaux (Tommy Lee Jones) está encargado de la investigación de una serie de asesinatos de prostitutas en el estado de Louisiana. Pero nada de lo que se muestra es relevante, veamos: los cadáveres de las dos prostitutas apenas si se los ve pocos segundos e inexistente su posterior análisis forense; el investigador sufre supuestos delirios en su lucha con el alcoholismo lo que lo hace dialogar y relacionarse con el ejército confederado y el general Lee especialmente; la trama se edifica a través de islotes narrativos que dejan la casi de la totalidad del relato en el fuera de campo. Entonces...Qué nos propone el gran Bertrand Tavernier?
Por un lado una mirada sugerentemente gélida del sur, pero que no es más que una mascarada por un conocimiento de su Francia natal por los sitios donde surgió el jazz, por ejemplo. Si el sur es esa zona que casi desde siempre reservó toda suma de secretos, ese misterio que corroe el alma entera de la región se hace luz en el recuerdo del detective por el asesinato de un negro encadenado hacía unos cuarenta años atrás. Toda la historia de este asesinato y de los presentes, emergen para responder a ese doble arquetípico que cimenta a los personajes: el famoso actor y su alcoholismo, la novia que quiere dejarlo y no puede, el gángster protagonizado por John Goodman que infringe la ley y aquí no, la agente del FBI que es noble entera pero permite poner un revólver en manos del delincuente, el antiguo agente ahora vuelto agente de seguridad, etc.
Dentro de todo este supuesto jeroglífico aparece, mirado a la distancia, una serie de signos que delinean un claro lenguaje: el del sur y su misterio. Es cuestión de sumergirse. Puntaje: 9
Basada en una novela de James Lee Burke, Tavernier propone una película dentro del marco del género negro, pero vale aclararlo, un film a contramano de cierto standar dentro del género.
El detective Dave Robicheaux (Tommy Lee Jones) está encargado de la investigación de una serie de asesinatos de prostitutas en el estado de Louisiana. Pero nada de lo que se muestra es relevante, veamos: los cadáveres de las dos prostitutas apenas si se los ve pocos segundos e inexistente su posterior análisis forense; el investigador sufre supuestos delirios en su lucha con el alcoholismo lo que lo hace dialogar y relacionarse con el ejército confederado y el general Lee especialmente; la trama se edifica a través de islotes narrativos que dejan la casi de la totalidad del relato en el fuera de campo. Entonces...Qué nos propone el gran Bertrand Tavernier?
Por un lado una mirada sugerentemente gélida del sur, pero que no es más que una mascarada por un conocimiento de su Francia natal por los sitios donde surgió el jazz, por ejemplo. Si el sur es esa zona que casi desde siempre reservó toda suma de secretos, ese misterio que corroe el alma entera de la región se hace luz en el recuerdo del detective por el asesinato de un negro encadenado hacía unos cuarenta años atrás. Toda la historia de este asesinato y de los presentes, emergen para responder a ese doble arquetípico que cimenta a los personajes: el famoso actor y su alcoholismo, la novia que quiere dejarlo y no puede, el gángster protagonizado por John Goodman que infringe la ley y aquí no, la agente del FBI que es noble entera pero permite poner un revólver en manos del delincuente, el antiguo agente ahora vuelto agente de seguridad, etc.
Dentro de todo este supuesto jeroglífico aparece, mirado a la distancia, una serie de signos que delinean un claro lenguaje: el del sur y su misterio. Es cuestión de sumergirse. Puntaje: 9
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