Del director brasileño José Padilha, autor de la afamada Bus 174, esta cinta resultó una de las más polémicas durante su aparición. No fue menos la sorpresa al lograr la obtención del Oso de Oro en el festival de Berlín.
Si la izquierda la defenestró y la tildó literalmente de una película fascista, la derecha no le fue en zaga para declararla como alejada del verdadero accionar policial.
El capitán Nascimento -un excelente Wagner Moura-, es un oficial del BOPE, un grupo de operaciones especiales centrado en atacar el accionar de los grupos narcotraficantes en las favelas de Río de Janeiro. Casado y a punto de ser padre primerizo, la película se direcciona a través de su accionar y del torbellino mental al que lo sacude su tarea. Con una puesta cuasi documental y cercana al hiperrealismo televisivo, el film posee una dinámica narrativa que extraña y en demasía el cine latinoamericano.
Muchas veces se suele confundir como se retratan aspectos de la realidad poniendo como matriz el cariz político partidario del espectador. Y lo que se permite al cine norteamericano y europeo, no se lo hace con un film cercano geográficamente. Si se busca mirar atentamente, no establecemos una relación de simpatía si no de empatía con el personaje. Quizá sea este uno de sus mejores logros, y el que nos permite una mirada menos delicada de eso llamado realidad. Puntaje: 8
Si la izquierda la defenestró y la tildó literalmente de una película fascista, la derecha no le fue en zaga para declararla como alejada del verdadero accionar policial.
El capitán Nascimento -un excelente Wagner Moura-, es un oficial del BOPE, un grupo de operaciones especiales centrado en atacar el accionar de los grupos narcotraficantes en las favelas de Río de Janeiro. Casado y a punto de ser padre primerizo, la película se direcciona a través de su accionar y del torbellino mental al que lo sacude su tarea. Con una puesta cuasi documental y cercana al hiperrealismo televisivo, el film posee una dinámica narrativa que extraña y en demasía el cine latinoamericano.
Muchas veces se suele confundir como se retratan aspectos de la realidad poniendo como matriz el cariz político partidario del espectador. Y lo que se permite al cine norteamericano y europeo, no se lo hace con un film cercano geográficamente. Si se busca mirar atentamente, no establecemos una relación de simpatía si no de empatía con el personaje. Quizá sea este uno de sus mejores logros, y el que nos permite una mirada menos delicada de eso llamado realidad. Puntaje: 8
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