BLOG DE CRÍTICA Y ANÁLISIS

martes, 9 de junio de 2009

Marc Forster - Quantum of Solace (2008)

La acción y el sinsentido
James Bond, traicionado por la mujer que amaba, Vesper, encarna una nueva misión con un enemigo llamado Dominic Greene; conoce a Camille, una joven que solo quiere vengarse del General Medrano, hombre que se aporará del gobierno de Bolivia a través de un golpe de estado con los avales económicos del anterior Dominic Greene, quien solo está interesado en los favores así obtenidos para saquear los recursos naturales del vecino país.
Hablar de la trama de esta película es una perfecta pérdida de tiempo. Solo será la excusa para el despliegue de escenas y secuencias de acción, vaciadas del sentido último y necesario para su funcionamiento.
La acción siempre conlleva una intención. Esta estará determinada por las necesidades del héroe y la resolución -de la prueba- a través de la acción requerirá una suerte de aprendizaje o conocimiento o un nivel posterior de entendimiento, relevando así, en la puesta en escena, no solo un crescendo dramático (para ello se acciona), sino, y lo más importante, como transformación, aún mínima, del conocimiento.
En esta película la mayor parte de las veces la acción cerrará su sentido para desplegar solo una especie de salto en red donde el héroe sabe que caerá sin problemas. Como una especie de personaje indestructible, tan distinto al Bond del film anterior de la saga. Y cuando la acción se cierra solo en su propio artificio, la levedad de esta y la novedad en su sentido pleno acaba a los pocos minutos del film. Si alguien lo desea puede tomarse el trabajo de comparar este film con el anterior de Bond: verán como es posible vaciar de sentido la trama y transformarlo en un patético videogame. Puntaje: 2

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