BLOG DE CRÍTICA Y ANÁLISIS

viernes, 9 de octubre de 2009

Jaume Collet-Serra - Orphan (2009)


Gran film de horror
Y gran film porque establece de entrada la clave de lectura y su correspondencia y analogía con el gran film de horror de todos los tiempos: El exorcista. ¿Pero desde qué lugar? Digamos que justamente se establece a partir de la corporización del demonio en el cuerpo de una niña pequeña, pero, añadiendo que tal relación es más indirecta. Veamos. Esther es una niña de nueve años que no es lo que parece, ha causado la muerte y el horror a su paso y en su historia, su país de origen es un lugar que habla otra lengua pero Esther no ha tenido problemas en manifestarse en un inglés perfecto y en poco tiempo (el diablo habla numerosas lenguas), seduce con un cuerpo femenino al hombre de la casa luego de verlo -y a través de un espejo, digamos- teniendo relaciones con su esposa, se presenta amable en su imagen exterior para sociabilizar en consecuencia, manipula a través del miedo a los más jóvenes y a través de la inteligencia a una veterana psiquiatra, tanto ésta como el esposo son incapaces de ver los signos que emergen de la niña la una por su dirección científica y única, el otro pues ha dejado de creer y su ceguera es simultánea a no reconocer lo que va sucediendo, el origen del demonio como ángel caído -esto es surge del cielo- tanto como Esther surge de un orfanato gobernado por la iglesia, su indumentaria que prevalece como único signo de tiempos que no se corresponden con la actualidad manifestando claramente su "no ser" de este mundo, los exactos dibujos del mal que solo podrán verse ante determinadas luces, esto es, solo desde una perspectiva única podrá "mirarse" la verdadera identidad del Mal en esta niña. Piénsese por lo demás la "orfandad" de esta "criatura".
Desde la culpa y el error del pasado el personaje femenino de Kate Coleman intentará proteger a sus hijos combatiendo la incredulidad del resto de los personajes. Porque como ocurre en estos tiempos desacralizados, el ver estará reservado a quienes quieran hacerlo. Y desde ese lugar combatirá al demonio. Portando una luz en la oscuridad, hundiendo a su enemigo al fondo oscuro y oleoso de una profundidad abisal, desprendiendo su cuerpo crucificado en una cama del hospital y arrastrando las heridas estigmáticas del fondo del abismo (recordemos que la lucha con la bebida es justamente la respuesta ante la tentación del mal y su triunfo además), etc.
Mucho y demasiado habría para agregar respecto a la sordera y mudez de su hija, la actitud de su hijo que se posiciona como un marginal en el seno de la familia, la ocupación laboral del marido, etc. Pero por sobretodo, al dialogar con el film anteriormente mencionado y hacerlo desde el reconocimiento y el uso metafórico -en el film de Friedkin la aparición del mal era directa-, Collet-Serra articula una película de género que asusta, tensa las espectativas del espectador y lo arrastra con la utilización genuina de las constantes del género. Puntaje: 9

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