BLOG DE CRÍTICA Y ANÁLISIS

lunes, 25 de mayo de 2009

Laurent Bouhnik - L`invité (2008)

Film de plástico
Gérard está buscando trabajo en aquello de lo que más sabe: los films de plástico para envolver, pero resulta que son muchos los pretendientes. Pasado un primer filtro, es aparentemente seleccionado y para ello deberá invitar a cenar al hombre que subirá o bajará el pulgar para entregarle el puesto (Bonnot). Mientras pasa los primeros test, vemos a su mujer (Colette) preocupada por una grosera gotera ocasionada por una pérdida en el departamento de arriba. Su vecino intenta solucionar el problema como puede y está presente cuando Gérard regresa y comunica que al otro día el seleccionador irá a cenar.
El vecino, Alexandre, es asediado por una mujer (Sophia) casada con un sujeto de pocas pulgas y no sabe como sacársela de encima. Por suerte para la pareja de Gérard y Colette, Alexandre se denomina un excelente asesor de imagen y se propone para asesorarlos en la presentación de la casa, de la comida y en las respuestas que deberá dictar Gérard durante la cena.
La casa, de un mal gusto recurrente, está atravesada en todas sus habitaciones por las vías de un tren eléctrico, apasionado hobby de Gérard. Su mujer, irradia el mismo gusto que la casa, tanto en su físico como en su vestuario. Pareciera que Alexandre será la salvación del matrimonio... hasta que llega Bonnot. Éste se disgusta con las elecciones de Alexandre y a punto de comenzar a cenar es echado a patadas de la casa por Gérard al confundírselo con un florista. Aclarado el malentendido, Gérard finalmente es designado para el puesto.
Pese a la buena caracterización de Artus de Penguern (Alexandre), cada una de las subtramas no están desarrolladas como correspondería: la relación de Sophia con Alexandre, la obligación por parte de la empresa de lanzarce al vacío atado desde un puente para probar el arrojo de sus futuros seleccionados, etc.
Película de corta duración, logra sus propósitos apenas en algunas escenas y hacia el final, cuando las imágenes del backstage acompañan a los créditos de cierre. El placer que trasuntan esas imágenes no se advierte en la trama construida a tal efecto. La presencia del gran Daniel Auteuil como Gérard, no alcanza a mitigar la levedad de un film menor. Puntaje: 6

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