La palabra es sagrada
Cuando Jeanne conoce a Natacha de apenas 18 años en una fiesta, comienza un recorrido para esta profesora de filosofía que la devuelve al comienzo de todo. Film que se abre y cierra como un perfecto círculo, Natacha hará lo imposible para vincular a Jeanne con su padre Igor para que desplace a Ève, novia del mismo.
¿Cómo funciona la palabra para este francés? Digamos que los personajes se esclavizan de ellas, que parecen atados a las palabras, maniatados como si las palabras salieran escupidas de su existencia como personajes de ficción. Cuando Igor (el padre cuarentón de la adolescente Natacha) se acerca en una escena límite a Jeanne, amiga de su hija, se sienta a su lado, toma su mano y la besa, pareciera que estuviéramos fisgoneando una escena atrozmente privada, incomoda, pero no son las imágenes las que perturban, son las palabras que motivan las acciones y nosotros como espectadores quedamos apresados como sus personajes. Vemos más de lo que dicen, y menos de lo que muestra el cuadro.
El cuento moral de primavera permite a Jeanne reponer las flores marchitas por otras nuevas, pero la habitación es la misma, su situación no ha cambiado, sus conocimientos de filosofía no hicieron otra cosa que modificar su entorno, todo en el mismo tiempo. Obra maestra absoluta, solo falta ver que nos deparan las otras estaciones. Puntaje: 10
¿Cómo funciona la palabra para este francés? Digamos que los personajes se esclavizan de ellas, que parecen atados a las palabras, maniatados como si las palabras salieran escupidas de su existencia como personajes de ficción. Cuando Igor (el padre cuarentón de la adolescente Natacha) se acerca en una escena límite a Jeanne, amiga de su hija, se sienta a su lado, toma su mano y la besa, pareciera que estuviéramos fisgoneando una escena atrozmente privada, incomoda, pero no son las imágenes las que perturban, son las palabras que motivan las acciones y nosotros como espectadores quedamos apresados como sus personajes. Vemos más de lo que dicen, y menos de lo que muestra el cuadro.
El cuento moral de primavera permite a Jeanne reponer las flores marchitas por otras nuevas, pero la habitación es la misma, su situación no ha cambiado, sus conocimientos de filosofía no hicieron otra cosa que modificar su entorno, todo en el mismo tiempo. Obra maestra absoluta, solo falta ver que nos deparan las otras estaciones. Puntaje: 10
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