BLOG DE CRÍTICA Y ANÁLISIS

lunes, 25 de mayo de 2009

Eric Rohmer - Conte d`hiver (1992)

La búsqueda de la felicidad
Escenas de felicidad y sexualidad acompañan las primeras imágenes. Félicie (Charlotte Vérie) y Charles (Frédéric van den Driessche) juntos en el mar viven un amor pleno, un paraíso, pero llega la caída, esto es, el invierno, y un error de ella al escribir su dirección al despedirse en la estación –ambos viven en ciudades distintas- hace que no vuelvan a verse. Fruto de ese amor de veraneo nacerá una hija, certidumbre de la existencia del paraíso y a partir de allí, su renuencia a ella.
Su hijita vive con su madre, y Félicie fluctuará entre "dos amores": Loïc y Maxence. El primero es un bibliotecario con quien duerme algunas noches y el segundo su jefe, dueño de una peluquería. Es Maxence quien la invita a vivir con él cuando se separa de su mujer e instala una agradable peluquería en un pueblo. Félicie acepta, y de alguna forma renuncia así a encontrar alguna vez a Charles en la gran ciudad: París. Pero a poco de llegar al pueblo, su hija insiste durante un paseo a llevarla a una iglesia, y de su mano entra a ella para llegar a entender: a partir de ese momento, Félicie encontrará el rumbo perdido.
Deja a Maxence y vuelve a París. Su reencuentro con Loïc acentúa su decisión: su destino es Charles, el único que la llevará a la salvación. Entre la pasión física de Maxence y el intelectualismo de Loïc, entre quien trabaja con sus manos y quien lo hace con la cabeza, Félicie apunta a su corazón que es el espacio que no la ha traicionado. Y así, desde allí, es su fe y no el azar quien lo reencuentra con Charles y los religa al lugar originario. Ese paraíso que les estará vedado a quienes buscan en otra parte. Si los espacios otra vez serán decisivos no lo son menos las palabras: como no equivocarse al escribir el nombre si no estaba en este mundo. El segundo cuento de Rohmer (El primero fue primavera), es una obra maestra absoluta. Puntaje: 10

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